Tlaxcala, Tlax., Las pintas realizadas en la iglesia de San José y en edificios gubernamentales durante la marcha del 8 de marzo no deben considerarse actos vandálicos, sino una forma de iconoclasia, afirmó la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en Tlaxcala, Jakqueline Ordóñez Brasdefer.
Señaló que, según estándares nacionales e internacionales, este tipo de manifestaciones son permitidas y deben analizarse en su contexto.
Ordóñez Brasdefer enfatizó que corresponde a los responsables de los inmuebles decidir si presentan denuncias por daños o toman otras medidas legales.
Además, insistió en que las expresiones de las manifestantes no deben ser vistas como actos de destrucción, sino como una forma de transmitir mensajes de lucha y resistencia.
El pronunciamiento de la CEDH se da en medio de un debate sobre los límites entre la protesta social y el daño al patrimonio, ya que hay posturas que exigen sanciones, otras defienden la legitimidad de estas acciones como parte de la lucha por los derechos de las mujeres.
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