Fe imparable: miles cruzan Tlaxcala rumbo al Tepeyac pese al frío y el peligro

Riesgos del camino y llamados a la solidaridad

Aunque es una peregrinación hermosa, no está exenta de riesgos. Los peregrinos se enfrentan al tráfico de las carreteras y a temperaturas que cortan la piel. “El frío cala, y el tráfico asusta, pero la fe nos da fuerza”, dice Rogelio Pérez, quien lleva más de 20 años pedaleando desde la sierra poblana. Por ello, la Diócesis de Tlaxcala hizo un llamado urgente a los transportistas para que muestren empatía y precaución, protegiendo a quienes caminan con devoción. El respeto es clave para evitar tragedias, porque cada ciclista y caminante es una historia viva de fe.

Cuidado ambiental y una devoción que crece

También se pidió a los peregrinos ser responsables con el entorno: no dejar fuego en las antorchas, ya que el bosque cercano al santuario podría convertirse en un combustible natural y provocar incendios. Aun así, la devoción no se detiene: más de dos mil peregrinaciones cruzan Tlaxcala del 8 al 12 de diciembre. Año tras año, este flujo humano demuestra que la fe mueve montañas… y kilómetros de carretera. En este V Centenario, la peregrinación guadalupana no solo es tradición: es una identidad que late en cada paso rumbo al Tepeyac.