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Tlaxcala

¿Guajolote desaparece? Carrera 2025 sorprende con nuevo premio congelado

Tlaxcala, Tlax.- La Carrera del Guajolote es una de esas tradiciones tlaxcaltecas que ya tiene 40 años haciendo historia, y vaya que este 2025 llegó con sorpresa. Antes el ganador se llevaba un guajolote vivo para la cena navideña (ya te imaginarás el show para agarrarlo). Pero ahora, por cambios logísticos, el gran premio fue un pavo congelado. Sí, igual muy navideño, pero sin el factor persecución animal.

Lo interesante es que toda la banda del CBTIS 03 se lanza a correr: alumnos, exalumnos, maestros y hasta papás que entran al reto porque la convivencia es lo que manda. Además, corrieron por calles de la capital tlaxcalteca, dándole más emoción a la ruta.

Más que una carrera, un orgullo del CBTIS 03

Los ganadores en todas las categorías recibieron su pavo triunfal. Ahí destacaron estudiantes como Julia Barranco, Dalia Romero García y Yamileth Hueyotlipan, así como Gerardo Ávila y Diego Xochihua. Incluso hubo categoría para atletas con disfunción, donde Apolinar Pichón y Amaury Sánchez demostraron que nada los detiene.

También exalumnos y maestros conquistaron el podio, entre ellos Estela Pluma, José Inés Coyotzi, Yazmín Torres y Erick De la Luz. Y no podía faltar la categoría de padres de familia, que igual se rifa corriendo por la tradición.

Los directivos remarcaron que esta carrera fortalece el sentido de identidad escolar, uniendo a toda la comunidad del CBTIS 03 en una experiencia que mezcla deporte, risa y orgullo.

Deporte, salud y pura buena vibra

Los participantes contaron que correr les ayuda a bajar el estrés, hacer ejercicio y convivir. Los alumnos que se quedaron de espectadores dijeron que la Carrera del Guajolote es la actividad más esperada del semestre.

Gracias al operativo de vialidad del Ayuntamiento de Tlaxcala, la competencia se desarrolló sin broncas. Al final, autoridades municipales reconocieron el esfuerzo del CBTIS 03 por mantener viva una de las tradiciones escolares más divertidas del estado.

Porque aunque el premio ahora venga congelado, el espíritu de la carrera del guajolote sigue más vivo que nunca.

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