tlaxcala, Tlax., La mañana de este jueves, en la comunidad de San Marcos Jilotepec, de Ixtacuixtla, fue encontrado el cuerpo de un hombre semi calcinado y con señales de una brutal golpiza.
El cadáver, tirado boca abajo en las inmediaciones del tanque de agua, presentaba un cuadro desgarrador: quemaduras en su cuerpo, evidencias de haber sido sometido a una violencia despiadada antes de su muerte, así como dos impactos por arma de fuego.
Las autoridades cerraron de inmediato la carretera mientras los peritos del Servicio Médico Forense levantaban lo que quedaba de la víctima, en una escena que dejó sin palabras a los testigos.
Lo que más impactó a quienes presenciaron el macabro hallazgo fue el estado en el que fue encontrado el hombre, apenas vestido con un pantalón de mezclilla y zapatos negros, mientras su torso desnudo revelaba las marcas de una tortura salvaje. Sus pantalones, bajados hasta la mitad de los glúteos, sumaron una dosis de humillación final al violento acto que apagó su vida. Los restos de su cuerpo, calcinados y golpeados, son el testimonio brutal de la saña con la que fue tratado.
Este crimen no es un hecho aislado en Ixtacuixtla; es solo uno más en la creciente lista de asesinatos que han teñido de sangre las calles de este municipio. La violencia se ha desatado sin piedad, y los cuerpos siguen apareciendo con signos de tortura y ejecuciones al más puro estilo de un ajuste de cuentas.
Las autoridades locales han iniciado una investigación para dar con los responsables de este asesinato brutal. Mientras tanto, los habitantes de Ixtacuixtla claman por justicia y se preguntan si algún día verán el fin de esta ola de violencia.