Tlaxcala, Tlax.- En Tlaxcala y Chiautempan, el canto de las aves en jaulas se vuelve cada vez más escaso. La venta de pájaros, una práctica que durante décadas fue un ícono del paisaje urbano en diversas partes de México, se encuentra en franco declive. Este fenómeno se debe a varios factores, entre los cuales destacan la deforestación y el impacto ambiental en las montañas, que han reducido las especies disponibles y afectado directamente a quienes se dedican a esta actividad.
La historia de José, un vendedor persistente
José, un hombre originario de Zacatlán, Puebla, es uno de los pocos vendedores de aves que aún se mantiene en esta región. Con determinación, carga las jaulas que resguardan a Calandrias y Zenzontles, las especies que todavía logra capturar en los cerros de su lugar natal. José recorre las calles de Chiautempan ofreciendo sus aves: las Calandrias a un precio de 400 pesos y los Zenzontles a 600 pesos, cada vez con menos clientes y menos aves en su poder.
Un oficio en peligro de extinción
Este oficio se enfrenta a la extinción debido al deterioro ambiental y la disminución de especies silvestres en los bosques de Puebla y Tlaxcala. Sin embargo, para José, vender pájaros no es solo un medio de subsistencia, sino una tradición que ha pasado de generación en generación. La desaparición de esta actividad parece inminente, marcando el fin de una práctica cultural que ha sido parte fundamental de la identidad de la región durante años.