Tlaxcala, Tlax.- Durante la tradicional procesión de la Bajada de la Virgen de Ocotlán, el obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, dirigió un mensaje a las autoridades de los tres niveles de gobierno: federal, estatal, municipal, así como al poder judicial y a las fuerzas armadas.
Desde el corazón de la ciudad, frente al Palacio Municipal y junto al Palacio de Gobierno, el jerarca católico hizo un llamado a ser constructores e instrumentos de paz, destacando la importancia de actuar con responsabilidad desde cada ámbito de la sociedad.
La vida, centro del mensaje del Obispo
El obispo enfatizó que defender la vida es esencial para construir la paz y que ir en contra de ella es ir en contra del proyecto de Dios. Invitó a los tlaxcaltecas a ser:
- Discípulos generosos
- Valientes
- Audaces
- Creativos
Afirmó que la paz se construye en las familias y en los pueblos cuidando la vida, promoviendo la alegría y siendo una bendición para los demás.
Compromiso de las autoridades con la paz
El mensaje incluyó un llamado directo a las autoridades del estado a comprometerse con el bien común y la paz en Tlaxcala. Señaló que esta construcción es una tarea artesanal y diaria, en la que cada institución social debe aportar desde su ámbito.
"La construcción de la paz es responsabilidad de las autoridades civiles, de las familias y de la Iglesia", afirmó.
La Virgen, símbolo de esperanza y unidad
Durante el recorrido de la Virgen de Ocotlán por las calles principales, plazas, iglesias, el mercado y la central camionera, el obispo destacó que la ciudad detiene su ritmo para dar gracias, lo cual simboliza la unión de los tlaxcaltecas.
Describió a la Virgen como "peregrina de esperanza" para un pueblo que desea una paz duradera, basada en la protección de la vida, la alegría y el bien común.