Tlaxcala, Tlax.- El municipio de Tenancingo conformó 20 comités de paz, distribuidos en igual número de calles, con el objetivo de prevenir delitos y reconstruir el tejido social. Esta estrategia se basa en una estrecha colaboración entre vecinos, autoridades municipales y la policía local.
Integración ciudadana activa
Los comités están formados por vecinos de distintos barrios y secciones, quienes se encargarán de identificar problemáticas locales, proponer soluciones y trabajar en conjunto con las autoridades. La participación ciudadana será clave para fortalecer la seguridad y el bienestar colectivo.
Actividades comunitarias para fomentar la paz
Además de la prevención del delito, los comités llevarán a cabo talleres formativos, jornadas de limpieza, recuperación de espacios públicos y promoción de actividades culturales y deportivas. Estas acciones buscan fomentar la cohesión social y el sentido de pertenencia.
Compromiso institucional con la paz
El alcalde Emmanuel Contreras Corona afirmó que la seguridad es una responsabilidad compartida entre el gobierno y la sociedad:
“Los comités de paz serán una herramienta para empoderar a nuestros ciudadanos y construir juntos un Tenancingo más seguro y solidario”, puntualizó.
Asimismo, destacó que estas agrupaciones también se encargarán de identificar factores de riesgo e implementar programas de mediación comunitaria, lo que permitirá resolver conflictos de forma pacífica y prevenir situaciones delictivas.
Vinculación con estrategias nacionales
El presidente municipal recordó que este esfuerzo se alinea con iniciativas como el Plan Nacional de Desarme Voluntario “Sí al desarme, Sí a la paz”, en el que Tenancingo participa activamente. A través de este programa, los ciudadanos han intercambiado armas de fuego por incentivos económicos o electrodomésticos, y se ha promovido entre los niños el cambio de juguetes bélicos por didácticos.
Tenancingo como ejemplo de participación ciudadana
Con estas acciones, Tenancingo busca consolidarse como un referente en la lucha contra la violencia, demostrando que la colaboración entre autoridades y ciudadanos puede generar un cambio real en la construcción de entornos más seguros y solidarios.
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