Tlaxcala revela alarmante alza de VIH y nuevas medidas que lo cambian todo

Aunque cada año se suman casos nuevos, algo positivo es que las complicaciones graves han bajado gracias al inicio inmediato de los tratamientos antirretrovirales. Justo por eso hoy se registran más casos de VIH que de Sida, un cambio enorme respecto a años anteriores.

Sobre el Sida, el estado no tiene casos activos, pero sí se reportaron tres fallecimientos recientes por infecciones oportunistas y diagnósticos tardíos, lo que demuestra que la detección temprana sigue siendo clave. La mayoría de las personas llegan en etapa uno, sin síntomas, pero también hay quienes llegan tarde, con linfomas, sarcomas u otras comorbilidades.

Quiénes son los más afectados y dónde se concentran los casos

De los mil 665 casos, 225 corresponden a mujeres, mientras que la mayoría son hombres entre 20 y 49 años, un rango donde se concentra la mayor transmisión. Tolamatl también recordó que el virus no distingue condiciones sociales, pues se presenta tanto en comunidades indígenas como en profesionistas.

En cuanto a los municipios con más registros, Tlaxcala capital va a la cabeza, seguida por Zacatelco, Huamantla y San Pablo del Monte, este último con un aumento notable, especialmente por casos del binomio VIH–tuberculosis. Este año el estado recibió cerca de 97 millones de pesos en medicamentos, condones, pruebas rápidas y material de prevención, una inversión clave para mantener el control epidemiológico.

Prevención, diagnósticos y nuevas medidas de acceso

Las tendencias muestran que en 2023 hubo 215 casos nuevos, en 2024 fueron 147, y en lo que va de 2025 suman 82 diagnósticos, una cifra estable gracias al aumento de pruebas rápidas, que pasaron de 18 mil en 2024 a 20 mil tamizajes este año. Estas pruebas se realizan también en municipios, centros penitenciarios y comunidades LGBTIQ+, donde solo existe un caso registrado.

Una de las noticias más importantes es que la PrEP y la PEP ya pueden obtenerse en cualquier institución, sin importar si la persona es derechohabiente o no. Esto facilita el acceso y permite prevenir contagios incluso después de una situación de riesgo, siempre que se acuda dentro de las primeras 72 horas.

Tolamatl cerró recordando que una persona con VIH que sigue su tratamiento puede vivir entre 70 y 72 años, resaltando que el virus pasó de ser algo mortal a convertirse en una enfermedad crónico–degenerativa controlable.