Tlaxcala, Tlax., El Consejo de la Judicatura del Poder Judicial de Tlaxcala suspendió temporalmente a tres jueces que actualmente buscan reelegirse en sus cargos, pese a estar bajo investigación por actos indebidos en el ejercicio de sus funciones.
Se trata de Gabriel Flores Alvarado, Luis Alberto Lima Hernández y Juan Antonio Luis Torres, quienes enfrentan procedimientos de responsabilidad administrativa por diversas quejas e inconsistencias detectadas en sus juzgados.
El caso más alarmante es el del juez Gabriel Flores, quien dejó en libertad al presunto asesino de un bebé de 11 meses, bajo el argumento de que la prisión preventiva era excesiva.
El imputado, Eliud N., estuvo prófugo siete meses y fue liberado con una firma semanal y una fianza de apenas ocho mil pesos.
La madre del menor acusó que el juez ignoró una orden federal y las amenazas que ella misma recibió, lo que derivó incluso en una solicitud de juicio político.
Luis Alberto Lima también fue separado de su cargo, recordado por un escándalo en 2021, cuando en aparente estado de ebriedad usó su puesto para evitar que su hijo fuera sancionado por una falta vial.
Su trayectoria ha estado marcada por acusaciones públicas de corrupción y abuso de poder, mismas que contrastan con reconocimientos oficiales que en su momento recibió.
Por su parte, Juan Antonio Luis arrastra una larga lista de quejas desde hace más de una década. Acusado de misógino, parcial y corrupto, en años recientes dejó en libertad a un militar señalado por el asesinato de un joven en Tequexquitla.
Aunque la suspensión se notificó al Instituto Electoral, el juez aún figura como candidato a permanecer en su cargo, pese a los antecedentes.
Este caso pone en entredicho el proceso de elección judicial en Tlaxcala, donde jueces con historial cuestionable buscan seguir impartiendo justicia, la opacidad del Poder Judicial y la falta de resoluciones firmes sobre sus actos levantan serias dudas sobre la integridad del sistema.
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