Tlaxcala, Tlax.- El rector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx), Serafín Ortiz Ortiz, volvió a colocarse en los reflectores nacionales tras recibir el Galardón Patriótico Revolucionario (Doctoratus Honorem Magnus) y la Presea Revolución Democrática.
Estos reconocimientos, entregados por la Conferencia Internacional de la Comunidad Universitaria A.C., celebran su liderazgo académico y su impulso al humanismo mexicano, justo en el marco del 115 aniversario de la Revolución Mexicana.
La ceremonia se llevó a cabo en la Casa de la Cultura de Tlalpan, en la Ciudad de México, donde, frente a representantes de instituciones nacionales e internacionales, se destacó su trayectoria en la educación, la ciencia y la construcción de una universidad con visión global. Para la UATx, estos logros significan una proyección nacional e internacional que fortalece su prestigio.
El impulso del Modelo Humanista Integrador
Durante su intervención, Ortiz explicó cómo el Modelo Humanista Integrador basado en Capacidades (MHIC) se ha convertido en una aportación educativa con alcance más allá de Tlaxcala. Contó que este proyecto comenzó hace 25 años en el Centro de Investigaciones Educativas de la UATx y ahora es un referente en países como Perú y Colombia, además de su presencia en espacios como la ANUIES y el Congreso de la Unión.
Subrayó que el MHIC coloca al centro la dignidad de la persona, integrando elementos axiológicos, lógicos y ontológicos que buscan formar profesionistas con conciencia y responsabilidad social. Este enfoque no solo se queda en palabras: ha sido recibido con entusiasmo por especialistas latinoamericanos.
Los tres escenarios del humanismo que propone
Ortiz desglosó los tres escenarios fundamentales del humanismo dentro del MHIC.
Primero, el humanismo valorativo, que defiende valores como la igualdad, libertad, seguridad, propiedad y dignidad humana, pilares que dan rumbo al país y a su gente.
En segundo lugar, habló del eje lógico prescriptivo, que se refleja en normas y actitudes que moldean la convivencia cotidiana, desde lo moral hasta lo jurídico, fomentando respeto, solidaridad y un ambiente social sano.
Finalmente, abordó el humanismo óntico ontológico, que busca garantizar condiciones de vida dignas y reducir la violencia social en sus distintas expresiones. Con esto, plantea una visión educativa que no solo forma profesionales, sino seres humanos integrales comprometidos con su entorno.
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