Ciudad de México.- La poetisa es protagonista de una de las leyendas más escalofriantes, pues aseguran que se mueve y chasquea los dedos por la noche.
La Ciudad de México está repleta de rincones que, además un nivel histórico, son protagonistas de escalofriantes leyendas por las que su popularidad ha crecido entre los más osados que están dispuestos a comprobar todo lo dicho. Este es el caso de una estatua de Sor Juana Inés de la Cruz, pues algunos aseguran que cobra vida y chasquea los dedos por la noche si alguien se acerca a ella.
Casas y edificios abandonados son algunos de los puntos en la capital del país que han ganado popularidad en redes sociales debido a las historias que los rodean, pues internautas toman el reto de visitarlos con la intención de saciar cualquier curiosidad que pudiera existir entre sus seguidores y, con suerte, captar algo que pudiera terminar con cualquier curiosidad.
Conoce la estatua de Sor Juana Inés de la Cruz, que se encuentra frente al exconvento de San Jerónimo pic.twitter.com/1NutmnTUZv
— Gobierno de la Ciudad de México (@GobCDMX) April 27, 2016
Una estatua de la poetisa mexicana ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México ha logrado captar la atención de los fanáticos del terror, pues capitalinos y estudiantes de la escuela en la que se encuentra dicen haber sido testigos del momento en que sonríe o del sonido que realiza por la noche cuando mueve sus largos y delgados dedos.
Estatua de Sor Juana Inés de la Cruz
Juana Ramírez de Asbaje, como es el nombre de la poetisa, murió el 17 de abril de 1965 a causa de una epidemia que azotó el convento de San Jerónimo, lugar donde ahora se encuentra un callejón en el que se colocó la estatua en su honor. Especialistas e investigadores la consideran como la “primera gran poeta hispanoamericana y pionera del feminismo en México”.
La estatua posee un gesto serio y con ojos alargados, sus dedos también son delgados y llama la atención lo escalofriante que puede llegar a ser al mirarla a detalle. Algunos aseguran que en ocasiones abre la boca, como si su intención fuera decir algo a quienes se acercan a ella.
El lado más oscuro de la leyenda señala que para quienes caminan de noche por el callejón en el que se encuentra pueden escuchar un fuerte crujido, sonido que se intensifica mientras más cerca estén de ella y se trataría del sonido de sus dedos mientras chasquea.
Otros más han mencionado que al tomarle una fotografía su semblante cambia y de ser una figura con gesto serio, una sonrisa se dibuja en ella. Algo que han compartido en redes sociales con diferentes imágenes, aunque los más escépticos aseguran que podría tratarse de una edición para alimentar el temor colectivo.