Un residente de cuatro patas de la Guayana Francesa tomó una siesta dentro del ala de lo que pensó que debía ser el esqueleto de un pájaro tropical gigante. Poco sabía este gato que su hamaca del día era un avión ultraligero, algo que no aprendería hasta que ya estuviera a varios cientos de metros en el aire.
Por suerte para el gato, estaba colgando con fuerza dentro del ala y el piloto lo notó. El piloto se aseguró de que no trataran de agarrar al gato o llamarlo, como si se hubiera soltado y hubiera salido volando. Pudo aterrizar rápidamente después, con todos a bordo sanos y salvos. Y aunque el gato no tenía boleto, fue tratado mejor que un cliente que paga un pasaje de United Airlines.
No te pierdas el video de este gato que se despierta de su siesta y se da cuenta que está volando en un avión ultraligero.
