En el tapete de la gentrificación en México, las miradas se posan, una vez más, en las zonas costeras, epicentro de un creciente debate alimentado por un incidente reciente en Cabo San Lucas, al que llaman Mazatlán 2.0. En un video que circula en la plataforma de TikTok, una turista extranjera se ve envuelta en una discusión con agentes de Inspección Fiscal, a quienes finalmente soborna para detener la música de una banda cercana con unos cuantos dólares.
En el video se muestra a una mujer aparentemente turista, levantándose de su camastro para confrontar a los guardias de seguridad, solicitando el cese de la música que interfiere con su disfrute del entorno. En un primer intercambio, uno de los agentes simplemente asiente con la cabeza tras la breve discusión, sin ofrecer una respuesta clara. Ante la falta de una solución inmediata, la mujer se da la vuelta para sacar algo de su bolso.
En un giro del video, la persona que graba comienza a expresarse en inglés, instando a la mujer a regresar a su país si la música local le resulta molesta. Se argumenta que la cultura mexicana está estrechamente ligada a la música de banda, especialmente en los destinos turísticos donde este género musical es prevalente.
@jenifergarcia020 Americans really dont let us play banda in MEXICO!!!!!?? and think $20 is enough! Sad part is the “authorities “ allow it ?? @El.Choco.sxs #mexico#mexicantiktok#mazatlan#cabo#cabosanlucas#theofficecabo#mazatlansinaloa#banda#itati#shawtybae#willito ♬ original sound - O.J.E
La viralización del video ha generado una oleada de controversia, especialmente destacando el momento en que la mujer entrega dinero a los oficiales con la clara intención de silenciar a la banda. Esta acción ha sido interpretada como una negación evidente de la cultura local. Posteriormente, la mujer se retira molesta a su lugar original, solo para ser llamada de vuelta y que le sea devuelto el dinero que acababa de ofrecer.
Los comentarios que acompañan al video reflejan una diversidad de opiniones. Algunos apoyan la decisión de la turista de resistirse a la interferencia de la música en su disfrute del lugar, argumentando que el descanso también es una parte vital de la experiencia playera. Otros, sin embargo, abogan por la necesidad de controlar el ruido generado por las bandas musicales, que puede incomodar a los turistas que buscan relajarse en la costa. Se menciona la existencia de diferentes tipos de playas, algunas destinadas a la fiesta y otras a la tranquilidad, como es el caso de destinos como Cancún.
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