Mediante el análisis de las conversaciones mantenidas en llamadas al 911, la IA podría encontrar patrones que alerten sobre existencia de violencia de género.
La Inteligencia Artificial (IA) ya está por todas partes. Algunos de sus usos, hacen más sencillo el tiempo de ocio: los chatbots de las tiendas en línea, la aplicación que selecciona la ruta que usarás para ir a un destino específico, la que selecciona la serie que verás este fin de semana. Otros se dedican a abordar problemas más complejos y delicados. Por ejemplo, la detección de algunas enfermedades en estados que todavía no son muy avanzados o las emisiones de gases invernadero como hace la coalición de asociaciones Climate TRACE.
En México,la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en México está empezando a utilizar la inteligencia artificial para prevenir un gran problema: el de la violencia de género. En concreto, lo que se está haciendo es analizar las llamadas realizadas al número de emergencias 911 en el Estado de México y buscar señales o patrones en las conversaciones. Los algoritmos buscan en las conversaciones palabras que puedan ser relevantes, que sean indicadores de violencia contra la mujer que realizó la llamada.
Según el informe que se presentó a principios de 2023, este tipo de conversaciones están aún muy subutilizadas porque es difícil analizar un texto así, que carece de una estructura clara. Para las máquinas no es sencillo interpretar los matices en la voz, por ejemplo, o la ambigüedad, el sufrimiento y otros sentimientos (aunque ya se está trabajando).
Redes neuronales
Este tipo de análisis se llevan a cabo mediante la rama de la IA llamada Aprendizaje Automático (Machine Learning en inglés) en la que los algoritmos que se desarrollan permiten a las máquinas aprender de los propios datos. Se observan patrones o tendencias y se hacen predicciones. Las redes neuronales son una de las diferentes técnicas que pueden usarse dentro del Aprendizaje Automático.
Son modelos sencillos que simulan el funcionamiento del cerebro humano. Las estructuras más sencillas, las neuronas, se van conectando en capas. Existe una capa de entrada, algunas capas ocultas y una capa de salida. Los datos entran por la capa de entrada y se van propagando capa a capa hasta que el resultado llega a la capa de salida.
En un inicio, la manera en que se conectan las neuronas se realiza de forma aleatoria pero la red se entrena, aprende con los ejemplos que se le dan y va modificando estas conexiones de manera que los resultados son cada vez más precisos. Cuando la precisión que se obtiene es la buscada, se puede aplicar la red a casos reales en los que no conoce el resultado final.
En definitiva, la IA analizará muchas conversaciones telefónicas buscando patrones y señales de alerta. Estudiará si la presencia o ausencia de algunas palabras en las conversaciones está asociada a la existencia de violencia de género. Si detecta algo, entonces debería ser capaz de predecir la existencia o no de violencia en una conversación cualquiera. Esto podría, por ejemplo, alertar a las personas que responden estas llamadas y, entonces, desarrollar una conversación o preguntas más adecuadas que lleven a la resolución del problema sin perjuicio para la víctima.
Aunque es una aplicación de la IA que todavía está en desarrollo, ya se está utilizando en algunos países como España y es tema de investigación.
¿Qué dice ChatGPT?
En una búsqueda sencilla en ChatGPT encontramos otras ideas de cómo usar la IA en el problema de la violencia de género.
Los chatbots están diseñados para informar y resolver problemas a los usuarios, así que pueden dar apoyo específicamente a las víctimas de violencia de género. El reto es que, aunque estos bots pueden dar información precisa y veraz, no son personas, que puedan brindar un apoyo más cercano y empático a las víctimas.
En una búsqueda sencilla en ChatGPT encontramos otras ideas de cómo usar la IA en el problema de la violencia de género. Los chatbots están diseñados para informar y resolver problemas a los usuarios, así que pueden dar apoyo específicamente a las víctimas de violencia de género. El reto es que, aunque estos bots pueden dar información precisa y veraz, no son personas, que puedan brindar un apoyo más cercano y empático a las víctimas.
Además, todos los datos que se recopilen pueden ser analizados por la IA para que las personas que diseñan las políticas públicas puedan entender mejor el problema y proponer mejores soluciones y estrategias.
La última propuesta que ofrece chatGPT es utilizar la IA para generar, mediante aprendizaje automático, contenido educativo que sirva para concienciar sobre la violencia de género a los niños, niñas y adolescentes.
MUY INTERESANTE.