La historia de los Niños Héroes es real, sin embargo, ciertos detalles resultan fruto del deseo de construir un relato de tintes patriotas.
El 13 de septiembre de 1847 ocurrió una de las batallas más memorables en México: la del Castillo de Chapultepec. De ella se desprendió, a su vez, uno de los episodios más controvertidos en la historia del país: el de los Niños Héroes.
Algunas personas ponen en duda la existencia de los jóvenes cadetes que defendieron al país de los invasores estadounidenses. Sin duda, se trata de una historia sobre la cual hay que explorar para aclarar mitos y verdades.
Causas de la batalla del Castillo de Chapultepec
La historia de la batalla del Castillo de Chapultepec tiene como fondo la Guerra entre México y Estados Unidos de 1846-1848. En este conflicto, México perdió más de la mitad de su territorio. Después de tomar el norte del país y otros sitios estratégicos, los estadounidenses avanzaron desde Veracruz hasta la Ciudad de México.
Así fue como sitios importantes como el antiguo Convento de Churubusco y Molino del Rey cayeron. El ejército norteamericano llegó hasta el Castillo de Chapultepec (entonces sede del Colegio Militar) para comenzar un intenso ataque.
El 13 de septiembre, el ejército invasor avanzó por las laderas del cerro de Chapultepec. El ejército mexicano tenía unos 600 soldados mexicanos custodiando la subida al castillo.
El General Nicolás Bravo estaba en el castillo, al mando de aproximadamente 250 hombres. Asimismo había unos 50 cadetes del colegio militar, que tenían la orden de no combatir. Entre ellos estaba Miguel Miramón, futuro general conservador y a quien varios historiadores le pusieron la etiqueta del “séptimo Niño Héroe”.
A las 9:30 de la mañana, los soldados estadounidenses llegaron al castillo para comenzar una lucha cuerpo a cuerpo con sus enemigos mexicanos.
Entran en acción los Niños Héroes
Contrario a la idea popular que duda sobre la existencia de los Niños Héroes, se tiene registro de que seis de ellos perdieron la vida: el subteniente Juan de la Barrera y los cadetes Agustín Melgar, Francisco Márquez, Fernando Montes de Oca, Vicente Suárez y Juan Escutia, de quien la historia dice que se envolvió en la bandera y se arrojó al vacío para evitar que cayera en manos enemigas.
El historiador norteamericano J.D. Eisenhower señala:
“El general Bravo entregó su espada, tachonada de piedras preciosas, pero no logró que se rindieran seis de sus jóvenes cadetes, los cuales prefirieron morir. Uno de aquellos muchachos, con la bandera mexicana en los brazos, perdió la vida al arrojarse del muro”.
Existen varios mitos en torno a los cadetes: que se encontraban castigados, que estaban borrachos o que se encontraban de fiesta en el momento en que el ejército invasor irrumpió en el Castillo de Chapultepec. Nada de ello ha podido ser comprobado de manera oficial.
“Ellos decidieron quedarse a defender el castillo aunque, como cadetes, no estaban obligados a hacerlo. Incluso la orden de sus superiores fue que se retiraran cuando ya era inminente la llegada del ejército norteamericano, que era de entre 5.000 y 7.000 hombres y hacía presagiar que la batalla estaba perdida. Creo que ese es su verdadero acto heroico”, opina el historiador mexicano Ricardo Rivas en declaraciones para la BBC.
Lo único cierto es que México perdió aquella batalla contra los Estados Unidos. Sin embargo, la historia de los jóvenes cadetes se ha tomado como un símbolo de heroísmo a lo largo y ancho del país.
La hazaña de los Niños Héroes se conmemora oficialmente desde 1881, cuando México era un gobierno militar a cargo de Porfirio Díaz. Desde entonces ha servido como una historia ideal para erigir un discurso patriota.
¿Quiénes fueron los Niños Héroes y cómo murieron?
No hay un consenso o versión oficial sobre las formas diversas en que cada uno de ellos murió. Se dice que Vicente Suárez murió luchando cuerpo a cuerpo contra los estadounidenses. Por su parte, Fernando Montes de Oca intentó saltar por una ventana, pero fue alcanzado por las balas.
Juan de la Barrera alcanzó a llegar a la calzada Tacubaya donde fue baleado por el ejército extranjero. En el caso de Agustín Melgar, fue el único que sobrevivió a las heridas causadas por el fuego enemigo y murió al día siguiente en el hospital.
Sobre el más joven de ellos, Francisco Márquez, de tan solo 13 años, no se sabe a ciencia cierta cómo murió. La muerte más polémica fue la de Juan Escutia, el cadete que, según la historia, cayó al vacío envuelto en la bandera.
Sin embargo, se trata de una historia donde existen muchas dudas. La práctica de esconder la bandera o envolverse en ella para alejarla del enemigo fue algo común en esta guerra contra EE.UU., según Cecilia Vargas Ramírez, historiadora del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM).
“Los testimonios y documentos que tenemos no señalan que Escutia lo hiciera, pero sí otros héroes como Santiago Xicoténcatl o Margarito Zuazo. El primero era teniente coronel del batallón de San Blas y fue de los últimos que quedó defendiendo el castillo frente a compañeros que desertaron para salvar sus vidas”, explica la experta para la BBC.
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