Un tratamiento experimental en el Reino Unido sugiere que la pérdida de memoria es reversible en adultos mayores con un nuevo fármaco.
Viene con la edad, casi como una sentencia de senectud. Conforme los años avanzan, los seres humanos perdemos parte de los recuerdos que acumulamos en la vida. La pérdida de memoria empieza con señales tenues, hasta que se vuelve un mal cotidiano con el que las personas de más edad conviven.
Sin embargo, un estudio reciente conducido por la Universidad de Cambridge asegura que este proceso puede no sólo ralentizarse, sino revertirse. La clave está en la rigidez de las neuronas.
Un problema de raíz
En colaboración con la Universidad de Leeds, científicos moleculares de Cambridge lograron revertir exitosamente la pérdida de memoria en ratones viejos. El experimento se basó en reforzar el ‘andamiaje’ que sostiene a las neuronas en el cerebro. De esta manera, las redes neuronales son más flexibles, y pueden mantenerse saludables a pesar del paso de los años.
Los resultados sugieren que la capacidad del cerebro para aprender, adaptarse y generar recuerdos se sostiene con las redes perineuronales. Éstas son estructuras similares a los cartílagos, que rodean a las neuronas inhibidoras en el sistema nervioso, y contienen la flexibilidad de estas células. Entre más rígidas, menos recordamos.
La investigación se publicó en Molecular Psychiatry, y muestra cómo la matriz extracelular del cerebro es el origen de la pérdida de memoria en adultos mayores. Con la manipulación de los sulfatos que componen las redes perineuronales de los roedores, su capacidad de recordar mejoró sustancialmente. Por esta razón, es posible revertir esta tendencia con el mismo tratamiento genético aplicado a los ratones ancianos de laboratorio.
Neuronas menos rígidas
Aunque el proceso de rigidización de las neuronas es natural, lo cierto es que merma mucho la experiencia de vida de las personas. Particularmente en el caso de adultos mayores, que se enfrentan a problemas de esta naturaleza con frecuencia. Al respecto, James Fawcett, del Centro John van Geest para la Reparación del Cerebro de la Universidad de Cambridge, destacó lo siguiente:
“Lo emocionante de esto es que, aunque nuestro estudio se realizó solo en ratones, el mismo mecanismo debería operar en humanos: las moléculas y estructuras en el cerebro humano son los mismos que los de los roedores. Esto sugiere que puede ser posible evitar que los humanos desarrollen pérdida de memoria en la vejez “.
A partir del estudio, el equipo identificó una medicina experimental, que potencialmente podría ser exitosa en seres humanos. Tomada de manera oral, podría evitar que las conexiones neuronales se hagan nocivamente rígidas con la edad. Como logró restaurar la memoria en ratones, los científicos aseguran que podría tratar padecimientos como Alzheimer una vez terminado su desarrollo
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