Mis queridos lectores que felicidad de poder compartirles una columna más y mejor aún que hagamos una reflexión más hacia lo que vivimos en nuestro México.
Hace unos días veía una serie del famoso caso de Paulette y de toda la corrupción que se vive en nuestro día a día, pero quiero escribir acerca del final de todos los casos y por qué al final nunca pasa nada en nuestro país.
Dentro de toda la gente que se encuentra en el poder y no hablo exactamente del gobierno, sino del conjunto que existe entre intereses, gubernamentales, políticos, empresariales, internacionales, periodísticos, personales, partidistas o de los mismos ciudadanos al cometer alguna falta.
He visto que todos al final tienen un precio que el mismo sistema ha ido en contra de nosotros mismos y que al final está por encima de muchos de los valores y principios de cualquier persona, no se asusten porque no solo pasa en nuestro país, sino en todo el mundo, no vamos lejos con el caso entre Rusia y Ucrania, el punto es el precio que tienen que pagar aquellas personas que les pagan por adquirir ciertos privilegios o intereses personales, el adquirir esto no solo es tener un precio, es callar, es someterse a alguna persona o sistema, es participar en todo aquello en lo que algún momento se estuvo en contra, es olvidar la dignidad y el mismo respeto, hay un dicho bastante vulgar y que he visto que no solo se aplica en la vida política, en cualquier parte existe la política y la diplomacia, tal dicho habla de cierto arte, el sector público, como en el sector privado existe el precio lo que nos lleva a que todos tenemos un precio, la pregunta es ¿cuánto valemos para acceder a callar o adquirir algún beneficio? Queremos cambiar nuestro país cuando no empezamos por nosotros desde la trinchera en la que nos encontramos, el mismo sistema te envuelve puesto que al final alguien va a acceder a ese precio y en el mejor de los casos, pues hay situaciones donde no hay otra opción más que aceptar o sus familias o seres queridos se puedan ver perjudicados, este precio puede resultar bastante caro, obtener beneficios a corto plazo pueden resultar mucho más cortos de lo que parecen, el camino largo puede resultar cansado pero el valor que tengamos como personas y el precio que nadie puede pagar, es aún más valioso que todo el oro del mundo.