Un estudio reciente publicado en la revistaPersonality and Social Psychology Bulletin explora cómo las personas imaginan mentalmente el rostro de un narcisista, distinguiendo entre dos tipos: el rostro de un narcisista egoísta y el de un narcisista vanidoso.
Metodología utilizada para definir estas imágenes
Los investigadores utilizaron la técnica de correlación inversa para crear imágenes compuestas directamente a partir de las elecciones visuales de los participantes, pidiéndoles que eligieran entre dos versiones de un rostro neutral afectado con sutiles variaciones para representar a un "narcisista".
Resultados: Dos rostros narcisistas percibidos de manera diferente
El rostro de un narcisista egoísta se percibe como frío, incompetente y poco auténtico, con rasgos masculinos marcados como una mandíbula fuerte y una mirada dura. Este rostro también expresa baja autoestima y falta de calidez y moralidad. En definitiva, transmite con fuerza egoísmo y narcisismo.
En cambio, el rostro vanidoso posee rasgos más refinados y se le considera más competente, extrovertido y confiable. Parece más apto para puestos de responsabilidad, a pesar de tener una personalidad menos afable. Los rostros vanidosos también se consideran más atractivos románticamente, con mayor atractivo físico y potencial para relaciones cortas.
Estas diferencias morfológicas visibles influyen fuertemente en los juicios sociales y las expectativas de comportamiento hacia un individuo percibido como narcisista, con claras asociaciones entre los rasgos físicos y los estereotipos psicológicos relacionados con el tipo de personalidad.
Impacto de los rasgos narcisistas de los evaluadores
Los participantes más narcisistas del estudio tendían a sentirse más cercanos al rostro vanidoso, evaluándolo positivamente, lo que ilustra un fenómeno llamado "tolerancia narcisista" relacionado con la similitud percibida.
Esta investigación muestra, por lo tanto, la complejidad de las representaciones sociales visuales del narcisismo y sugiere que la vanidad, a diferencia del egoísmo, conlleva rasgos socialmente valorados como la competencia, lo que puede explicar la ambivalencia hacia los narcisistas en las relaciones humanas.
MSN