El medio maratón Bachoco no solo llenó de energía las calles de Puebla: también se convirtió en un evento con un enorme sentido social, totalmente alineado a las políticas impulsadas por Claudia Sheinbaum y respaldadas por el gobernador Alejandro Armenta.
Lo más impresionante fue la participación: más de mil 500 competidores, cada uno aportando un kilo de pollo para los centros de asistencia del SEDIF, lo que significa que la ayuda llegó directamente a niñas, niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad.
La titular del Voluntariado del SEDIF, Olga Arellano, recibió el donativo simbólico y agradeció la apertura de la empresa para sumarse a la causa, destacando que este tipo de apoyos fortalecen la labor diaria del organismo.
Bachoco dona el 100% y supera todas las expectativas
Además de convertir cada inscripción en alimento para los menores, Bachoco donó el 100% del monto recaudado, algo que le dio un peso todavía mayor al evento. Es decir, cada peso y cada corredor sumaron para que las casas de asistencia cuenten con mejores condiciones para quienes ahí viven.
La carrera superó la meta inicial, lo que dejó claro que la ciudadanía respondió con fuerza y que la solidaridad sigue siendo un elemento clave en la identidad poblana.
El recorrido tuvo una vibra súper familiar: la ruta incluyó lugares como la Plaza de la Victoria, la Calzada de los Fuertes, el bulevar 5 de Mayo y varias avenidas emblemáticas. Atletas en silla de ruedas, familias completas e incluso corredores con mascotas hicieron del día una verdadera fiesta deportiva.
Un cierre lleno de agradecimientos y más compromiso social
El gerente de Grupo Bachoco, Javier Fernández del Campo, agradeció el apoyo del SEDIF y el respaldo del gobierno estatal por hacer posible un evento que no solo fomenta el deporte, sino que también transforma vidas.
Entre las voces más emocionadas estuvo Yuli “La China Poblana, Corre con Causa”, quien celebró el ambiente de unión familiar, el impulso a la niñez para sumarse al deporte y la certeza de que todo lo recaudado se destinó completamente al SEDIF.
Al final, la gran ganadora fue la causa social: un evento donde correr significó mucho más que llegar a la meta, significó ayudar directamente a quienes más lo necesitan.