Ya es un hecho: México vs Sudáfrica será el partido inaugural del Mundial 2026, y el Estadio Ciudad de México —el histórico Azteca renovado— será el epicentro de toda la atención global el 11 de junio.
En un evento realizado en Washington, la FIFA confirmó que el Tri, dirigido por Javier Aguirre, encabezará el Grupo A, compartiendo sector con Corea del Sur y Sudáfrica, siendo este último el rival que abrirá el torneo más grande jamás organizado.
Para México, este arranque trae una mezcla de presión, emoción y un reto enorme: romper una estadística que lleva casi 100 años persiguiéndolo. El Tri ha jugado siete partidos inaugurales en su historia… y no ha ganado ninguno. Pero ahora juega en casa, con estadio lleno, un técnico con experiencia mundialista y una oportunidad irrepetible de cambiar el rumbo.
Una historia llena de tropiezos… y una motivación gigante para el 2026
Si revisamos los antecedentes, el panorama histórico no es el más amable. En 1930 el Tri debutó con derrota 4-1 ante Francia, aunque ahí cayó el primer gol mexicano en Copas del Mundo. En 1950, 1954, 1958 y 1962 también empezó con marcador adverso, incluso con goleadas como la de 5-0 frente a Brasil.
La excepción llegó en 1970, cuando el Tri empató sin goles ante la URSS en un Azteca repleto, sumando su primer punto en un partido inaugural. Y luego, en Sudáfrica 2010, México sacó otro empate 1-1 con gol de Rafa Márquez, pero otra vez se quedó corto de estrenar un triunfo en debuts mundialistas.
El balance es fuerte: 0 victorias, 2 empates, 5 derrotas, 2 goles a favor y 19 en contra. Justo por eso, el duelo contra Sudáfrica toma un significado especial: no es solo un partido, es la oportunidad de darle un giro enorme a una historia que ha sido complicada.
2026: la ocasión perfecta para romper la maldición del partido inaugural
El Estadio Ciudad de México será el primero en la historia que recibe tres inauguraciones mundialistas, y más de 90 mil aficionados lo convertirán en un volcán. La FIFA revelará el horario oficial muy pronto, pero la fecha ya está tatuada: 11 de junio de 2026.
México llega con una combinación que pocas veces ha tenido: localía, experiencia en el banquillo y un impulso mediático global que pondrá todos los reflectores encima. La expectativa es enorme y, sí, también el peso de la historia, pero el Tri tiene la mesa puesta para arrancar con fuerza y mandar un mensaje contundente desde el primer día.
Lo que ocurra ante Sudáfrica no será un juego más. Será el primer juicio, la primera prueba y quizá el inicio de una narrativa distinta para un equipo que quiere dejar atrás los viejos fantasmas. El Mundial 2026 empieza en México… y el Tri está obligado a escribir su capítulo más importante desde el silbatazo inicial.