China se perfilaba para convertirse este 2020 en el mercado de películas número uno en el mundo, título que ostenta la industria estadounidense. Pero apareció el coronavirus.
El virus ha golpeado al floreciente rival de Hollywood, prácticamente eliminando las ventas de boletos durante las recientes vacaciones de siete días del Año Nuevo chino, una semana que históricamente ha sido la más prolífica para la taquilla.
Los teatros de todo el país han permanecido cerrados desde el 24 de enero, ya que el miedo a la infección ha llevado a las personas a evitar los lugares concurridos.
Las pérdidas por el colapso de la venta de entradas aumentaron a mil millones de dólares durante el periodo festivo, según estimaciones de Rance Pow, director ejecutivo de la consultora de la industria del cine Artisan Gateway. La cifra es aproximadamente el 10 por ciento de los ingresos previstos en 2020, y se espera que aumente a medida que persista la incertidumbre sobre el brote.
El virus mortal que mató a más de 500 personas y sacudió el mercado local de películas también amenaza con perjudicar a Hollywood, que depende cada vez más del público chino para crecer a medida que disminuyen las ventas nacionales de boletos. Disney dijo esta semana que la epidemia es un obstáculo para su estudio.
“La pérdida causará un daño financiero significativo tanto a los teatros como a las compañías de producción en China, y si los teatros permanecen cerrados durante varias semanas más, el daño financiero se expandirá”, afirma Lindsay Conner, socia y líder de la consultoría de entretenimiento Manatt, Phelps & Phillips, con sede en Los Ángeles.
“Con los teatros chinos cerrados debido al brote, los planes de Hollywood para distribuir nuevas películas en China también son inciertos” aseguró Conner.
China ya ha superado a Estados Unidos en términos de cantidad de pantallas de cine tras un auge de la construcción que ayudó a las ventas de taquilla a multiplicarse por seis desde 2010. Los analistas pronosticaban que el mercado superaría al estadounidense en términos de ingresos este año.
Las ventas de entradas de cine en el país, excluyendo las tarifas de reserva, aumentaron 4.1 por ciento el año pasado a 58 mi 900 millones de yuanes (8 mil 500 millones), en comparación con 9 mil 700 millones de yuanes en 2010. Las películas importadas representaron alrededor del 36 por ciento de las ventas de taquilla el año pasado en China, el mayor mercado extranjero para películas estadounidenses.
Los expositores han dicho que no han fijado una fecha para reabrir los cines. Eso significa posibles retrasos en China para películas de Hollywood de gran valor como Mulán, de Disney, basada en una legendaria guerrera china, y Onward de Pixar, que se estrenará en marzo en Estados Unidos, según Pow.
Para compañías como Disney, el golpe no se siente solo en el negocio del cine. Su parque temático en Shanghái también ha cerrado, junto con Disneylandia en Hong Kong, que ya había sido golpeado por los disturbios políticos de la ciudad. Los ejecutivos de la gigante del entretenimiento con sede en Burbank, California, dijeron el martes que el cierre de los parques temáticos reduciría los ingresos en alrededor de 175 millones de dólares en el trimestre actual.
Entre las películas en idioma local que se estrenarían durante las vacaciones del Año Nuevo chino y luego fueron canceladas se incluyen Detective Chinatown 3, la tercera entrega de una de las comedias más exitosas comercialmente de China, Leap, basada en la historia real del equipo de voleibol femenino chino, y Jiang Ziya: Leyenda de la deificación.
“Incluso si el virus terminara hoy, el retraso de las películas que se lanzarán, todas chinas, es bastante grande”, afirma Chris Fenton, productor de películas y fideicomisario del Instituto de Estados Unidos y Asia. Un retraso en el lanzamiento en China de Mulán también plantearía la cuestión de si Disney pospondría el lanzamiento en Estados Unidos, asegura.
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