Andrés Roemer, acusado de abuso y acoso sexual, huyó de México y desde hace un mes vive en Israel, país que tiene una calle con su nombre.
El escritor vive en la ciudad de Tel Aviv, donde se identifica como “Andrés Rosenberg” y compró un departamento a “Lissa”, una ejecutiva de bienes raíces.
Pese a las acusaciones en su contra, aparentemente en Israel continúa acosando a mujeres jóvenes. El pasado 19 de abril, Roemer se reunió con “Emma”, joven estadounidense de padres mexicanos que emigró a Israel, a quien le presentó “Lissa”, luego de que él le dijo que estaba solo, no tenía familia y quería conocer a gente.
“Emma” y Andrés Roemer se reunieron en el número 59 de la calle Ha-Yarkon, en la ciudad de Tel Aviv, Israel.
Al igual que lo hizo con sus presuntas víctimas en México, el escritor no paró en halagos hacia “Emma”, a quien intentó impresionar mencionando que es un hombre muy importante, que tiene un programa de televisión, trabaja en TV Azteca y han escrito muchos libros.
“Comencé a tomar distancia. Intentó (tocarme las manos) mínimo unas tres veces. Seguía diciendo que estaba muy hermosa. A medida que tomó más copas, agarró confianza y me dijo que si tuviera 20 años menos, me conquistaría, y si no estuviera casado también”, contó “Emma”.
Además, le ofreció trabajo en un proyecto en torno a la pintora mexicana Frida Kahlo, donde varias personas invertirían mucho dinero.
“Me dijo que él era embajador de la Unesco y que había quienes invertirían muchísimo dinero en ese proyecto y que estaba buscando a alguien que se quisiera comer al mundo en ese trabajo”, agregó.
Sin embargo, no lo contó la verdad de por qué huyó de México; solo le dijo que viajó a Israel para hacer Aliá, palabra utilizada por la comunidad judía que emigra a ese país para retornar a su “tierra prometida”.
De acuerdo con testimonios de las presuntas víctimas de Roemer, su patrón para abusar de las mujeres era citarlas prometiéndoles de una entrevista de trabajo, que al final resultaba ser falsa.