Habitantes de al menos cuatro municipios en la Sierra Fronteriza de Chiapas fueron forzados por un grupo del crimen organizado a participar en una marcha.
Habitantes de al menos cuatro municipios en la Sierra Fronteriza de Chiapas fueron forzados por un grupo del crimen organizado a participar en una marcha en Nuevo Amatenango, ubicado en el municipio de Amatenango de la Frontera.
Al concluir el evento, el grupo fue atacado por una facción rival, dejando un saldo de cinco muertos y seis heridos. Los heridos fueron trasladados al Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Motozintla.
Desde la noche del lunes, habitantes de Motozintla, La Grandeza, Bellavista y El Porvenir fueron convocados a la marcha mediante perifoneo. Aunque la movilización comenzó pacíficamente, el regreso se tornó violento cuando el grupo fue emboscado.
Entre las víctimas fatales se encuentran personas originarias del ejido Chimale en El Porvenir, Rosario, y la comunidad Tuixcum en Motozintla.
El ataque generó caos y confusión, obligando a los participantes a abandonar vehículos y motocicletas en la carretera, bloqueando el paso. A pesar de los controles del Ejército en varios retenes, el regreso se complicó.
La situación en Jaltenango de la Paz se agravó cuando el Ejército tuvo que intervenir para desalojar un bloqueo realizado por pobladores que también habían sido coaccionados por el crimen organizado. La intervención militar incluyó disparos al aire para dispersar a la multitud que intentaba mantener el bloqueo.
En un contexto de creciente narcoviolencia, la Secretaría de Protección Civil reportó el desplazamiento de 53 familias (aproximadamente 265 personas) desde Chicomuselo hacia el municipio de Siltepec.
Algunas familias se alojaron en albergues municipales, mientras que otras se refugiaron con familiares. Además, otra caravana de desplazados huyó hacia La Concordia, cruzando un embalse en vehículos y motocicletas para llegar a diversos destinos, incluidos Comitán y Tuxtla Gutiérrez.
Hasta la noche del martes, aún quedaban alrededor de 80 vehículos en espera de cruzar el embalse para ponerse a salvo después de varios días de enfrentamientos.