Alrededor de 1,500 migrantes de Centro y Sudamérica comenzaron una nueva caravana migrante en el sur de México, con la esperanza de llegar a los Estados Unidos antes de la toma de posesión del presidente electo Donald Trump en enero. Este grupo, compuesto por hombres, mujeres y niños, partió de Tapachula, Chiapas, en busca de una oportunidad para cruzar la frontera hacia el norte.
Urgencia por las políticas de Trump:
Muchos migrantes temen que la llegada de Trump al poder signifique el endurecimiento de las políticas migratorias en EE.UU., con la promesa de cerrar la frontera sur, eliminar programas de libertad condicional y llevar a cabo una gran operación de deportación. Ante esto, los migrantes se sienten urgidos a cruzar antes de que se implementen restricciones más estrictas.
El arduo trayecto hacia la frontera:
El camino desde Tapachula hasta el cruce más cercano en Matamoros, Texas es de más de 1,780 kilómetros, lo que podría implicar hasta 16 días de caminata. Sin embargo, muchos planean hacer autostop o buscar transportes improvisados para avanzar más rápido. A lo largo del recorrido, los migrantes enfrentan altas temperaturas, falta de agua y el peligro de ser extorsionados o secuestrados por cárteles de la droga.
Resiliencia y riesgos:
Migrantes como Yotzeli Peña, una venezolana de 23 años, indican que el cambio de administración de Joe Biden a Trump ha generado un sentimiento de urgencia. “Vamos con la esperanza de conseguir una cita más rápido y cruzar antes de que asuma el cargo”, afirmó Peña. Las caravanas se ven como una alternativa más segura, pues viajar en grupo reduce el riesgo de ser detenidos por las autoridades.
Desafíos para la movilidad migrante:
A pesar de las medidas implementadas por el gobierno de Biden, como la aplicación móvil CBP One para gestionar citas de entrada, muchos migrantes prefieren avanzar hacia la frontera para estar cerca en caso de obtener una cita de ingreso. Sin embargo, las restricciones mexicanas y la militarización de las fronteras dificultan aún más el trayecto.
El impacto de las políticas de Trump en 2024:
El retorno de políticas restrictivas bajo el mandato de Trump podría disuadir a algunos migrantes, pero la desesperación y la falta de alternativas en sus países de origen seguirán impulsando el fenómeno de las caravanas. La creciente violencia, secuestros y extorsiones en las rutas migrantes muestran los altos costos humanos de este fenómeno.
El futuro de las caravanas migrantes:
Aunque las caravanas migrantes han demostrado resiliencia en los últimos años, 2024 podría marcar un cambio. Con el endurecimiento de las políticas migratorias tanto en México como en EE.UU., es probable que los migrantes busquen nuevas formas de organizarse o incluso elijan rutas más riesgosas. Sin embargo, mientras no se aborden las causas profundas de la migración, las caravanas seguirán siendo una respuesta a la crisis migratoria global.