Muere Alfredo Elías Ayub: el hombre que marcó la era moderna de la CFE

La noticia se difundió rápidamente después de que el expresidente Felipe Calderón publicara un mensaje de despedida, reconociendo a Alfredo como “uno de los servidores públicos más comprometidos y capaces de su tiempo”. También envió condolencias a su familia, destacando su calidad humana. Poco después, la Asociación Mexicana de Ingeniería de Vías Terrestres lamentó la pérdida y recordó su papel impulsando la excelencia, la formación de nuevas generaciones y una visión de desarrollo sostenible.

Un profesional marcado por la disciplina, la energía y el servicio público

Alfredo Elías Ayub nació el 13 de enero de 1950 y desde muy joven mostró una trayectoria académica destacada. Fue ingeniero civil por la Universidad Anáhuac —formando parte de la primera generación de la Escuela de Ingeniería— y más adelante obtuvo una maestría en administración en la prestigiosa Harvard Business School.

Su carrera en el servicio público lo llevó a participar en instituciones clave como el Fonapas, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del Estado de México y la Secretaría de Energía, Minas e Industria Paraestatal (SEMIP). Durante los gobiernos de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, fue pieza fundamental en distintos proyectos relacionados con infraestructura y energía.

Pero sin duda, su etapa más reconocida llegó cuando asumió la dirección de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), posición que ocupó por más de diez años y que marcó profundamente su legado profesional.

Un legado que trasciende la política y llega al ámbito académico

Más allá de su participación en el gobierno, Alfredo Elías Ayub también dejó huella en el mundo académico. Fue director de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Anáhuac, miembro del Consejo de Exalumnos de Harvard Business School, presidente del Consejo de Desarrollo de la Universidad Anáhuac y colaborador en la Fundación México en Harvard.

Quienes lo conocieron coinciden en que su impacto no solo se mide en proyectos de energía o administración pública, sino también en la formación de generaciones de ingenieros, emprendedores y especialistas que hoy ocupan puestos clave en México y el extranjero.