Aún quedan meses para conocer las verdaderas causas que llevaron al desplome de un helicóptero de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) en Sinaloa, pero las hipótesis han comenzado a circular, pues este accidente dejó a 14 agentes sin vida y un oficial gravemente herido.
Fuentes con conocimiento del caso que fueron consultadas por Infobae México aceptaron que la falta de combustible solo es una entre muchas posibiliades, pero todo quedará esclarecido con las conclusiones del comité técnico de investigación designado para ese próposito.
De acuerdo con estos informes, como mínimo se establece un plazo de dos meses para tener elementos sólidos. Pero ese periodo está abierto a los análisis de especialistas de la Semar. Puede ser antes, en 30 días, sin embargo, aún se determinan los indicios que lleven a las posibilidades más concretas.
La dependencia naval no ha emitido mayores informes sobre el caso ocurrido el pasado 15 de julio, luego de que la unidad tipo Black Hawk cayera cerca del puerto aéreo de los Mochis, Sinaloa. Previamente, la aeronave había participado en el operativo de Choix, donde miembros de la Unidad de Operaciones Especiales (UNOPES) recapturaron a Rafael Caro Quintero, el Narco de narcos.
Según los reportes consignados por este medio, las causas varían, pues se presume que el helicóptero no fue derribado por sicarios que buscaran represalias por el arresto en el Triángulo dorado del Cártel de Sinaloa. La pala pudo haber fallado o la tripulación cometió un error, pero todo es incierto.
Hasta el pasado fin de semana seguían los procesos con una carpa instalada en el campo de cultivo de sorgo, sobre una parcela trillada del predio las Mañanitas, apenas 10 kilómetros al sur de los Mochis, cerca de la carretera los Mochis-Topolobampo.
Mientras los cuerpos de los 14 marinos fueron trasladados a la Ciudad de México, luego de haberles practicado la necropsia en una funeraria privada. Ya en la capital del país, la Semar realizó un homenaje encabezado por el titular de la dependencia, el almirante José Rafael Ojeda Durán.
Según reportes locales, el Black Hawk que cayó en los Mochis, cerca de aterrizar, es una de las cuatro unidades de ese tipo que intervinieron en el arresto del exfundador del Cártel de Guadalajara.
Estos vehículos no sobrevolaron, llegaron directamente a la localidad de San Simón, ubicada en las cercanías del Triángulo dorado del narco, entre las sierras de Sinaloa, Durango y Chihuahua. Para ello se apostaron en puntos estratégicos para impedir el apoyo a la protección de Caro Quintero.
Presuntamente, uno de los helicópteros bloqueó la comunicacación carretera entre San Simón y Bayacopa, distanciadas apenas por cinco minutos. De esa manera se evitó que llegaran sicarios que vigilan la zona. Otro vehículo aéreo acudió sobre las casas, desde donde descendieron a rapel los integrantes de la UNOPES.
Mientras que un tercer helicóptero sobrevoló en resguardo perimetral, para estar atentos a posibles movilizaciones terrestres y actuar de inmediato para garantizar el operativo desde el aire. Max, la canina hembra de raza Bloodhound, que dio con el capo entre matorrales, iba con un marino que la ayudó a bajar. Después, los castrenses se dispersaron por la comunidad.
Las fallas mecánicas no se descartan luego de que seis helicópteros de militares se han desplomado en lo que va de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, en medio del aumento de la violencia criticada hasta por instancias internacionales. Aunque las razones varían entre derribos y accidentes técnicos o de operación.