Rocha Moya enfatizó que su viaje fue estrictamente personal y no tuvo conocimiento de la reunión en la que supuestamente se entregó a “El Mayo” Zambada.
Durante su conferencia semanal “Semanera”, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, aclaró los motivos de su viaje a Estados Unidos el pasado 25 de julio, fecha en la que Ismael “El Mayo” Zambada fue capturado y entregado a las autoridades estadounidenses por Joaquín Guzmán López.
Rocha Moya desmintió las especulaciones que surgieron a partir de una carta atribuida a Zambada, la cual había sugerido que su viaje podría estar relacionado con eventos criminales.
El gobernador explicó que su salida del país fue simplemente una breve escapada para visitar a su familia durante el periodo vacacional del gobierno.
“El gobierno estaba en receso y decidí pasar unos tres o cuatro días con mis familiares en Estados Unidos,” comentó Rocha Moya.
Añadió que su visita incluyó tiempo con un sobrino, hijo de su hermano fallecido, y actividades familiares como comer juntos, sin ninguna agenda oficial ni reuniones.
Rocha Moya enfatizó que su viaje fue estrictamente personal y no tuvo conocimiento de la reunión en la que supuestamente se entregó a “El Mayo” Zambada.
“No estaba enterado de esa reunión, ni me invitaron, ni asistí,” afirmó el mandatario con firmeza, refiriéndose a las versiones que lo vinculaban con líderes del crimen organizado.
El gobernador también detalló que su estancia en Estados Unidos fue planeada con antelación y aprovechó el periodo de vacaciones. Aclaró que no es una persona que vacaciona frecuentemente, y se enteró de la captura de “El Mayo” mientras estaba en su viaje.
Según la información publicada por la revista Espejo, Rocha Moya partió de Culiacán alrededor de las 9 de la mañana en un avión Learjet 45 con destino a Los Ángeles, propiedad del empresario Jesús Vizcarra Calderón. Rocha Moya explicó que el vuelo no fue un obsequio, sino un acuerdo entre su hijo y Vizcarra Calderón, quienes son amigos.
Reiterando su posición, el gobernador aseguró que su viaje a Estados Unidos no tuvo ninguna conexión con los eventos relacionados con el crimen organizado y que coincidió por casualidad con la captura de Zambada.