Morena ha arrasado en Hidalgo, el antaño feudo del PRI. Julio Menchaca, el candidato morenista, ha ganado las elecciones de este domingo con el 62% de los votos, según el primer conteo del Instituto Nacional Electoral (INE). Menchaca se presentaba en las encuestas como el principal favorito y los pronósticos se han cumplido. La coalición formada por PRI, PRD y PAN ha quedado en segundo lugar con un 31% de los votos. Movimiento Ciudadano y su candidato, Francisco Berganza Escorza, ha llegado en un lejano tercer lugar con el 3% de los votos. La participación electoral se ha situado entre el 45,3% y el 48%.
Menchaca se convierte en el primer político de Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, en gobernar Hidalgo. “Gracias a tu voto, triunfó el proyecto de la esperanza y la honestidad. Se acabaron los años de corrupción y saqueo en Hidalgo, para dar paso a un cambio verdadero de la mano de la 4T [la Cuarta Transformación, el nombre que le ha dado López Obrador a su proyecto de país]”, ha declarado en redes sociales Menchaca. “Por primera vez en su historia, Hidalgo tendrá un Gobierno por y para el pueblo. No les voy a fallar, nuestro Estado será potencia”, ha concluido el nuevo gobernador del Estado. “Es un día histórico para el obradorismo, seguiremos avanzando y la gente sigue confirmando con su voto que es un honor estar con Obrador”, ha añadido Mario Delgado, el presidente nacional de Morena.
La candidata de la coalición del PRI, PAN y PRD, Carolina Viggiano, ha anunciado que impugnarán los resultados electorales después de conocer su derrota. “Hasta el momento las tendencias no me favorecen. Vamos a esperar los resultados oficiales para recurrir a los tribunales. Hay que decirlo fuerte y claro: en esta elección, tuvimos una descarada intromisión del Gobierno federal. El proyecto del candidato morenista, no fue mejor que el nuestro, se escudó en el marketing y la sombra de su protector. Denunciaremos todas las irregularidades que ensombrecieron este proceso”, ha asegurado Viggiano en una conferencia de prensa.
Hidalgo ha sido hasta este domingo el gran bastión histórico del PRI, un Estado donde nunca había gobernado ningún otro partido. Por eso, durante la campaña electoral, la primera plana de Morena ha desfilado por la región, en un ataque directo que buscaba arrancar la entidad de la mano de los priistas. Por allí han pasado en los últimos meses la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, el jefe de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, o el presidente del partido, Mario Delgado. El PRI denunció la maniobra morenista ante el Tribunal Electoral por mal uso de recursos públicos, pero la demanda no ha hecho mella en Menchaca.
Hidalgo es, también, un Estado pobre, predominantemente rural, que aporta solo el 1,5% del producto interior bruto (PIB) nacional; donde los caciques y las relaciones clientelares han sido protagonistas de la escena política; con un 68% de trabajadores en empleos informales y la mitad de la población sin los ingresos suficientes para cubrir las necesidades alimentarias mínimas. El desgaste de tantos años de Gobierno le ha pasado factura al PRI, que además se presentó a estas elecciones sin una unidad clara: con una candidata impuesta a nivel nacional que no tenía el apoyo de los líderes locales, según relató a este diario el doctor en Política y experto en el contexto hidalguense Juan Antonio Taguenca.