Al menos 44 personas han muerto tras una avalancha esta madrugada en el Monte Meron de Galilea (Israel) cuando decenas de miles de judíos celebraban la festividad de Lag Baomer, en un evento que fue el más concurrido en el país desde el inicio de la pandemia de covid-19. Además de los asistentes que han fallecido aplastados, más de 100 han resultado heridos.
Y decenas de ellos están en situación crítica, según los servicios de emergencia, que han instalado un hospital de campaña. No se descarta que la cifra de víctimas vaya en aumento en lo que podría ser la peor tragedia de la historia reciente de Israel.
Se desconoce aún lo que provocó la estampida mortal. Podría haber sido por un escenario que se derrumbó, a lo que se habría añadido la aglomeración de gente en el área, según apuntó a Efe un portavoz del servicio de emergencias israelí United Hatzalah.
"Nuestros voluntarios en la zona explican que hubo un colapso debido al hacinamiento y las personas se cayeron unas encima de otras", lo que provocó que muchos "huyeran del lugar" y se encontraran en una situación de mayor saturación, explica.
La tradicional festividad de Lag Baomer, en la que participaron decenas de miles de judíos ultraortodoxos, se hizo sin grandes restricciones después de que Israel haya vuelto a una normalidad casi completa tras una veloz vacunación contra el coronavirus.
El Ejército israelí se ha desplazado a la zona para ayudar en la evacuación de heridos y proporcionar "tratamiento médico" sobre el terreno. Según medios locales, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha calificado el accidente de "terrible desastre".