Por: Cortesía

Internacional

Bélgica exige medidas al papa Francisco por escándalos de abuso sexual

En un inusual discurso público de crítica, De Croo pidió a la Iglesia católica que deje de priorizar sus intereses sobre los de las víctimas y que limpie su pasado.

El primer ministro de Bélgica, Alexander De Croo, realizó una contundente crítica contra el papa Francisco durante su visita oficial, exigiendo medidas concretas para enfrentar los abusos sexuales y encubrimientos en la Iglesia católica. De Croo destacó que las víctimas deben ser escuchadas, señalando que no se puede aceptar más encubrimientos.

Duras palabras hacia la Iglesia

En un inusual discurso público de crítica, De Croo pidió a la Iglesia católica que deje de priorizar sus intereses sobre los de las víctimas y que limpie su pasado. Incluso el rey Felipe de Bélgica se sumó a las demandas, pidiendo a la Iglesia que trabaje "de forma incesante" para expiar los delitos y ayudar a las víctimas.

Escándalos que devastaron la credibilidad

Los escándalos de abuso han sido una fuente de vergüenza y declive para la Iglesia en Bélgica, con revelaciones que se remontan a más de dos décadas. Casos como el del obispo de Brujas, Roger Vangheluwe, quien admitió haber abusado de su sobrino durante 13 años, han afectado la imagen de la jerarquía eclesiástica.

El papa Francisco reconoció la "vergüenza y humillación" de la Iglesia y se comprometió a escuchar a las víctimas y a tomar medidas para que estos hechos no vuelvan a ocurrir.

Nuevas denuncias: Adopciones forzosas

Además de los casos de abuso, un nuevo escándalo relacionado con las adopciones forzosas de madres solteras entre 1940 y 1980 sacude a la Iglesia belga. El pontífice expresó su tristeza por estas prácticas y rezó para que la Iglesia arroje luz sobre estos eventos.

Compromiso del papa Francisco

El papa expresó su vergüenza por los crímenes cometidos y pidió perdón en nombre de la Iglesia. También reiteró su compromiso de poner fin a estas prácticas y garantizar la verdad y justicia para las víctimas, aunque muchos consideran que aún falta mucho por hacer.