El asesor del alcalde de Mariupol informó del hallazgo de otra fosa común con más de cien cuerpos, al tiempo que indicó que las exhumaciones en esta ciudad portuaria ucraniana han quedado paralizadas definitivamente.
“Tristes hallazgos cada semana. Una nueva fosa común bajo los escombros en la margen izquierda. Calle Kievskaya, 53. Una vez más, más de cien cuerpos de personas desde finales de febrero”, escribió Petró Andryushchenko en un mensaje en Telegram, recogido por la agencia Unian.
Señaló que “los ocupantes retiran los escombros de las inmediaciones y, de nuevo, no se habla de volver a enterrarlos” y agregó que “la gente de hecho sigue viviendo en criptas”.
“Las exhumaciones en realidad están paralizadas. Las autoridades de ocupación están tan empeñadas en crear una imagen de recuperación que no entierran los cuerpos. Las tumbas callejeras temporales se están convirtiendo poco a poco en permanentes”, señaló.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó el 20 de mayo de la retirada total del Ejército ucraniano de la planta siderúrgica de Azovstal, en Mariúpol, lo que certificó la toma de la ciudad por parte de Moscú. La localidad estuvo sitiada durante semanas por las tropas rusas, que prácticamente la destruyeron durante su asalto.
UN CRIMEN DE GUERRA
Esta semana, la organización no gubernamental Amnistía Internacional denunció que el ataque perpetrado el 16 de marzo por las fuerzas rusas contra el teatro de la ciudad de Mariupol (sureste), supuso “un claro crimen de guerra” que se saldó con la muerte de al menos una decena de personas.
En su informe ‘Children: El ataque contra el Teatro Dramático Regional de Donetsk en Mariupol, Ucrania’, documenta cómo el ataque fue probablemente llevado a cabo de forma deliberada a pesar de saber que cientos de civiles se refugiaban en las instalaciones.
“Después de meses de rigurosa investigación, análisis de imágenes de satélite y entrevistas con decenas de testigos, llegamos a la conclusión de que el ataque fue un claro crimen de guerra cometido por fuerzas rusas”, afirmó la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard.
Así, apuntó que “muchas personas resultaron heridas o perdieron la vida en este despiadado ataque” y ha resaltado que “es probable que sus muertes fueran causadas por el ataque deliberado de fuerzas rusas contra civiles ucranianos”.
“El Tribunal Penal Internacional (TPI) y todas las demás instancias que tienen competencia en materia de crímenes cometidos durante este conflicto deben investigar este ataque como crimen de guerra. Todos los responsables deben rendir cuentas por causar tanta muerte y destrucción”, argumentó Callamard.
En este sentido, afirmado que “por aire y por tierra, las fuerzas rusas han llevado a cabo en Ucrania una matanza de civiles bien documentada y deliberada”. Así, reseñó que “es necesario realizar con urgencia investigaciones exhaustivas para hacer rendir cuentas a los autores de tales actos por las graves lesiones y pérdidas de vidas de civiles que han causado, así como por los enormes daños causados a infraestructuras civiles”.