Como una de sus primeras decisiones de gobierno, la primer ministra italiana ultraderechista Giorgia Meloni, presentó un decreto de ley que introduce el delito de “invasión de terrenos o edificios para reuniones de más de 50 personas que sean peligrosas para el orden público o la seguridad pública o la salud pública”.
La ley contempla penas de hasta seis años de prisión y la posibilidad de intervenir comunicaciones a quienes organicen o asistan a las fiestas masivas de música electrónica, conocidas como “raves”.
La medida, llamada en internet “Se terminó la fiesta”, también propone confiscar los equipos de música utilizados en los “raves”. Asimismo prevé multas de entre 1,000 y 10,000 euros para quienes “organicen o promuevan” la reunión.
El decreto se presentó luego de que la policía italiana desalojara una fiesta ilegal de Halloween llevada a cabo en un depósito abandonado en Módena, Italia, el fin de semana pasado. El “rave” estaba planeado para terminar este martes, pero la policía la detuvo un día antes. A la fiesta atendieron miles de jóvenes de Europa.
Meloni justificó el decreto argumentando que ayudará a restablecer el orden en Italia. “La impresión que el estado italiano ha dado en los últimos años es de laxitud cuando se trata de respetar las reglas y la ley”, dijo la primer ministra.
Durante conferencia de prensa, la primer ministra también recordó un “rave” ocurrido en Viterbo que duró seis días y dejó a una persona muerta.
La oposición política italiana criticó el decreto, llamándolo un “monstruo que mata la libertad”. Asimismo, alertó que el nuevo delito podría aplicarse a otra serie de concentraciones y manifestaciones, como las protestas estudiantiles en institutos o universidades.
“La juventud condenada a la hoguera”, reaccionó el escritor Erri de Luca al defender las manifestaciones musicales libres y gratuitas de varios días.