La ciudad china de Wuhan hará tests para detectar el coronavirus a sus 12 millones de habitantes después de confirmar sus primeros casos domésticos de la variante Delta, altamente transmisible.
Wuhan, donde fue descubierto el virus por vez primera a fines de 2019, no había reportado casos locales de coronavirus desde mediados de mayo del año pasado, pero el lunes las autoridades confirmaron tres casos de Delta. La variante fue hallada en un puñado de provincias y grandes ciudades, incluida Pekín, durante las últimas dos semanas.
“Para garantizar que todos en la ciudad estén seguros, se harán con rapidez pruebas de ácido nucleico en toda la ciudad para descartar por completo los resultados positivos y las infecciones asintomáticas”, dijo el funcionario local Li Qiang en una rueda de prensa.
Partes de una zona industrial y tecnológica fueron cerradas, una medida inusual en la ciudad desde el confinamiento del año pasado.
Los nuevos casos en Wuhan, junto con las infecciones en las ciudades cercanas de Jingzhou y Huanggang desde el sábado, están vinculados a casos en la ciudad de Huaian, en la provincia de Jiangsu, dijo Li Yang, subdirector del centro de control de enfermedades de la provincia de Hubei.
Se cree que el brote en Jiangsu comenzó en la capital provincial de Nanjing a fines de julio, y que la variante Delta fue introducida probablemente en un vuelo desde Rusia, según las autoridades.
China controló la epidemia el año pasado y solo ha tenido que combatir algunos brotes localizados después.
Los niveles de respuesta de emergencia se redujeron y las personas fuera de las áreas afectadas por el virus pudieron seguir con sus vidas en gran medida como de costumbre, lo que puede haber contribuido al último brote.