Aseguran armas y celulares en penales de Puebla tras operativo sorpresa

Estas acciones buscan prevenir situaciones de riesgo y evitar que objetos prohibidos circulen dentro de los centros penitenciarios, protegiendo tanto a las personas privadas de la libertad como al personal de custodia.

Los operativos se llevaron a cabo de forma sorpresiva y conforme a los protocolos establecidos, con el objetivo de detectar artículos que pudieran poner en peligro la estabilidad interna de los penales.

Armas, celulares y objetos prohibidos asegurados

Durante la revisión en el Centro Penitenciario de Huejotzingo, las autoridades localizaron 16 objetos punzocortantes, además de ocho teléfonos celulares, cargadores, cables USB, audífonos, bocinas y recipientes utilizados para el consumo de estupefacientes. Estos artículos representan un riesgo constante dentro de los penales, ya que pueden ser utilizados para cometer delitos o generar conflictos entre internos.

En el penal de Tecamachalco, y con apoyo de la Secretaría de Marina, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional, se aseguraron 14 objetos punzocortantes, cinco teléfonos móviles, diversos accesorios electrónicos y posible marihuana. La participación de fuerzas federales fortaleció el operativo y permitió una revisión más exhaustiva en cada área del centro penitenciario.

Gobierno de Puebla mantiene operativos permanentes

La SSP informó que estos operativos se realizaron con pleno respeto a los derechos humanos de las personas privadas de la libertad, garantizando revisiones ordenadas y sin abusos. El Gobierno del Estado de Puebla, encabezado por Alejandro Armenta, reiteró su compromiso de mantener la gobernabilidad y la seguridad en los centros penitenciarios mediante acciones constantes de supervisión.

Autoridades estatales señalaron que los operativos continuarán de manera periódica en distintos penales del estado, como parte de una estrategia integral para evitar la introducción de armas, drogas y dispositivos de comunicación ilegal. Estas acciones buscan reducir riesgos, prevenir delitos al interior de los penales y fortalecer el control institucional, enviando un mensaje claro de que no se tolerarán irregularidades dentro de los centros de reclusión.