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Puebla impulsa una nueva generación policial y anuncia una meta histórica

La segunda generación del Curso de Formación Inicial para Policía de Proximidad acaba de graduarse, y vaya que trae consigo una vibra de renovación.

Son 67 mujeres y 82 hombres quienes terminaron este proceso intenso de preparación, y el gobernador Alejandro Armenta aprovechó la ceremonia para dejar claro que proteger a la población es el principal compromiso del Estado.

Armenta, con tono firme pero cercano, anunció que para 2026 la meta es formar a más de 2 mil cadetes, apostando por una estrategia que combina cercanía con la ciudadanía y profesionalización. Además, recordó que este año ya se sumaron cerca de 300 nuevos elementos, un paso clave para reforzar la seguridad desde un enfoque más humano y de proximidad.

El mandatario insistió en que quienes hoy portan el uniforme deben hacerlo con honestidad, compromiso y cero tolerancia a la corrupción, valores que —según dijo— también rigen su propia administración.

Voces desde la nueva generación policial

Entre los momentos más emotivos estuvo la intervención de la cadete graduada Socorro Zepeda, quien agradeció al gobernador por respaldar la formación de una generación que, afirmó, está lista para servir con honor. Para ella, ser policía no es solo un trabajo, sino la oportunidad de tocar vidas y generar confianza cuando la sociedad más lo necesita.

La rectora de la Universidad de las Ciencias Policiales, Silvia Victoria Serrano Zafra, destacó que los nuevos elementos fueron preparados con bases jurídicas, sociales, operativas y técnicas, pero también con un ingrediente que hoy es indispensable: sensibilidad y sentido humano. Su mensaje fue directo: que cada cadete lleve el uniforme con humildad y sea defensor de la paz.

Un impulso que no se detiene

El secretario de Seguridad Pública, vicealmirante Francisco Sánchez González, recordó que esta nueva generación de 149 policías se suma al esfuerzo permanente por fortalecer a las corporaciones. A esto se añaden los 122 elementos graduados en meses pasados, formando un bloque cada vez más robusto.

El llamado final fue claro: actuar con justicia, proteger la vida y mantener los derechos humanos al centro de toda intervención. Con esta nueva camada de policías, Puebla busca construir una seguridad más cercana, profesional y profundamente humana.