Los datos revelados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad revelan una situación pesarosa, con altos niveles de violencia en México, sobre todo en algunos estados como Guanajuato, Baja California, Michoacán, Estado de México y Chihuahua.
La estadística, que recoge los datos de los asesinatos ocurridos en 2021, revelan un descenso de este delito respecto al año anterior —en 2020 se registraron 36 mil 579 homicidios, mientras que este año se contabilizaron 33 mil 308—.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha señalado que al menos este año ha logrado detener la tendencia a la alta. Las seis entidades que concentraron el 50.1 por ciento de homicidios fueron: Guanajuto (3 mil 516); Baja California, con 3 mil 14; Michoacán, con 2 mil 732; Estado de México, con 2 mil 732; Chihuahua, con 2 mil 428 y Jalisco, con 2 mil 380.
Los casos de estos estados son especialmente interesantes porque se han convertido en territorios en disputa de los cárteles de la droga. Baja California, Michoacán, Chihuahua y Jalisco, están asociados a la guerra entre las organizaciones de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Según los números, los municipios donde más creció la violencia son: Cajeme, Sonora; León, Guanajuato; Zamora, Michoacán; Tlaquepaque, Jalisco; Acapulco, Guerrero; Fresnillo, Zacatecas.
De esta lista, la región de Fresnillo se posicionó como la más insegura del país, según una encuesta del Instituto Nacional de EstadÍsta y Geografía (INEGI).
El gobierno de la Cuarta Transformación ha presumido que cualquier mejoría en el número de los homicidios, está relacionada con el quehacer del Ejército la Marina y la Guardia Nacional, una corporación que impulsó desde su victoria en las elecciones de 2018.