El Banco de México (Banxico) está listo para actuar cuando se requiera, afirmó su gobernador, Alejandro Díaz de León, con lo que dejó abierta la posibilidad de más ajustes a la tasa de interés de referencia.
Ayer, de manera unánime, la junta de Gobierno decidió un recorte de 50 puntos base a la tasa de interés, el noveno de manera consecutiva desde agosto de 2019, con lo que llegó a 5 por ciento y lo que representa el menor nivel desde noviembre de 2016, pero no se descartan nuevos ajustes hacia el cierre del año.
En entrevista con El Financiero, el banquero central refirió que la Junta de Gobierno tomará las acciones que se requieran con base en la información económica más actual, así como la evolución del choque financiero que actualmente enfrenta el país, con la finalidad de tener congruencia con las siguientes decisiones de política monetaria.
“Estamos atentos y seguiremos revisando la información disponible para seguir identificando cuál es la postura monetaria, en las diferentes divisiones que tengamos, es la que más conviene”, indicó.
Subrayó que “se considera que el balance para la actividad económica y el crecimiento, si bien ya incorpora escenarios de contracciones significativas y desfavorables, a pesar de ello sigue teniendo este sesgo a que la persistencia de la afectación por la pandemia se sostenga en el tiempo y tenga un impacto económico mayor”.
El funcionario añadió que, en la medida en que se puedan contener algunos de los factores que presionen al alza a la inflación y que se mantengan los que la puedan presionar a la baja, en este sentido se podría tener un balance donde la inflación cederá y se reducirá de una manera más clara, para posteriores decisiones de política monetaria.
“Las presiones inflacionarias que podemos enfrentar en un momento como el actual pueden venir de dos fuentes diferentes y en dos direcciones diferentes, por un lado, la actividad económica, la pandemia claramente la está contrayendo y eso va a reducir la presión en la inflación, como se destaca en el balance de riesgos” aseveró.
Por el contrario, comentó que existen dinámicas que pueden poner presión al alza en algunos precios, como en el suministro de algunos bienes y servicios que puedan tener afectaciones logísticas o incrementos en los costos por algunas prácticas que se necesiten en la producción por el tema sanitario, además del tipo de cambio.
Díaz de León enfatizó que fue por los choques financieros y en la actividad económica que actualmente enfrenta el país y el mundo a causa de la pandemia por COVID-19 que optaron por un recorte de 50 puntos base en la reunión de política monetaria de ayer.
“Refleja una reflexión unánime en la que se considera que el mejor balance en los choques que estamos enfrentando es la acción que se tomó, de una reducción de 50 puntos base para que la tasa de interés interbancaria se ubique en un nivel de 5 por ciento”, enfatizó.
El gobernador del organismo reiteró que además seguirán manteniendo presencia para asegurar que la liquidez fluya de manera adecuada en los mercados financieros a lo largo de esta crisis, tal como lo han hecho en ocasiones recientes con las subastas de dólares provenientes de la línea swap con la Fed.
Ciclo de bajas, cerca de su fin
Por otra parte, analistas económicos reconocen que el ciclo de relajación en la tasa de interés está llegando a su fin.
“Creo que ya estamos llegando a las últimas bajas en la tasa de fondeo, seguramente veremos otra en agosto, habrá que ver qué pasa en septiembre, pero ya el Banxico ha hecho su tarea, ha relajado mucho la postura monetaria, ya son 325 puntos base de baja en la tasa de fondeo desde agosto pasado”, comentó Alonso Cervera, economista en jefe de Credit Suisse.
Joel Virgen, economista en jefe de BNP Paribas, coincide en que la tasa de referencia cerrará este año en 4.5 por ciento, pero no descarta que en la siguiente junta se vea una baja de 25 puntos base, en lugar de los 50 puntos base de las últimas cuatro reuniones de política monetaria.
Carlos González Tabares, director de análisis de Monex, comentó que Banxico tiene espacio para más recortes, por lo que opina que este año la tasa cerrará en 4.5 por ciento, y con lo que seguirá conservando un atractivo ‘spread’ (diferencial) con la Fed.
Para Banorte, el tono más dovish de la autoridad monetaria apunta a que habrá recortes en la tasa de referencia en las próximas dos reuniones, con lo que cerraría el año en 4.0 por ciento.