Al haber cancelado la construcción de cuatro plantas, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tuvo un ‘baño de realidad’ al reconocer que no cuenta con el capital suficiente para enfrentar de manera solitaria el aumento de la demanda eléctrica, dijeron especialistas del sector.
“Se llegó al punto en donde (CFE) se enfrenta a la realidad. Estamos viendo, o estamos frente a, los límites de inversión del Estado... La cancelación podría implicar un cambio en la retórica, pero también podría ser un tema que nos genere problemas muy importantes en cuanto a la planeación”, dijo Paul Sánchez, de Ombudsman México.
Por su parte, Paolo Salermo, socio fundador de Salerno y Asociados, coincidió en que “el tema es muy crítico porque por un lado vemos que ellos no quieren que se genere energía eléctrica por parte de otros grupos, sobre todo privados, pero del otro lado no hay forma en que la CFE pueda reforzar o pueda sustentar ese liderazgo que tanto añora”.
El miércoles, la empresa dio marcha atrás a cuatro licitaciones para construir dos plantas de ciclo combinado en Salamanca y San Luis Potosí; una central de combustión interna en Baja California, y una central geotérmica en el campo Los Humeros, situado entre Puebla y Veracruz, debido a la crisis económica generada por la pandemia.
En conjunto, los planes representan una capacidad instalada de mil 560 megawatts y una inversión cercana a mil 130 millones de dólares. Los cuatro contratos se licitarían bajo el esquema de llave en mano.
“La cancelación de las plantas financieras significa que la CFE ha revisado el plan y no hay el recurso para poder cubrir estos proyectos, alineados al posible presupuesto disponible del 2021 al 2024. Esto significa una oportunidad para las empresas privadas de poder cubrir la demanda”, explicó Ramses Pech, analista del sector.