México.- “Es el diablo vendiendo la sangre de un niño”, dice una cuenta falsa en Twitter que promociona la venta de epinefrina, una hormona mejor conocida como adrenalina.
Es una cuenta falsa, pero que anuncia los productos de una firma real: Wuhan ShuokangBiotechnology, hoy sancionada junto a otra empresa y cinco personas más por el Tesoro de Estados Unidos por haber facilitado precursores químicos para producir fentanilo al cártel de Sinaloa.
El procedimiento es el siguiente: empresas chinas envían kilos y kilos de precursores químicos, la mayoría de ellos en polvo, a territorio mexicano y algunas veces a otros países, para que en laboratorios clandestinos, ubicados la mayoría en Sinaloa, se produzca fentanilo. La droga que mantiene sumido a Estados Unidos en una crisis por sobredosis, que en 2022 dejó más de 70 mil muertes.
Pero es más fácil decirlo que hacerlo. Los cargamentos tienen que evadir controlas portuarios al salir de China y al llegar a sus destinos. Ya sea con sobornos u ocultando el producto en contenedores con etiquetas falsas, el gobierno estadunidense asegura que el negocio es rentable, y el Departamento de Estado de China ha decidido dar la espalda a lo que está sucediendo.
Todo es posible, según Estados Unidos, gracias a los intermediarios. En América, personas como Ana Gabriela Rubio Zea, que coordinan la compra directamente para el cártel. En Asia, cuentas falsas en redes sociales que dan todas las facilidades para hacer la transacción.
En Twitter e Instagram, cientos de cuentas fachada ofrecen productos farmacéuticos y químicos de empresas chinas, desde metilfenidato –un precursor para drogas psicoactivas–, protonitazeno –un potente opioide sintético–, y etonitazeno, otro opioide, hasta los derivados de la piperidona, uno de los precursores principales para fabricar fentanilo.
Incluso se vende la xilacina, un sedante utilizado en la ganadería pero que en Estados Unidos ha generado alerta porque representa una combinación fatal con el fentanilo, al inhibir o reducir el ritmo respiratorio y hacer ineficaz el uso de la naloxona para detener sobredosis.
Otra forma para la venta por parte de estas empresas es por páginas de ventas en línea. Los mismos productos químicos que ofrecen intermediarios en redes sociales aparecen desplegados en páginas de internet que incluso te ofrecen asesoría profesional para realizar tus compras. "sin despacho de aduanas para la entrega a domicilio, puerta a puerta”, presumen en la página. Las páginas incluso te hacen recomendaciones de paquetes. Precursores para fentanilo y xilacina, la combinación que tiene aterradas a las autoridades estadunidenses.
El caso de la firma china Suzhou Xiaoli Pharmatech es otro ejemplo de cómo se realiza el envío de precursores a químicos a México. En 2021 las autoridades estadunidenses detectaron un envío de 25 kilos de piperidona al Aeropuerto de Guadalajara, para que después fuera trasladado a Sinaloa, sin embargo, fue interceptado por autoridades mexicanas. Su aventura en el negocio del narco le valió en la firma estar en la lista negra del Departamento del Tesoro.
Y así como los precursores se van, llega el dinero. Pero como las autoridades, principalmente estadunidenses, están detrás de los ingresos de las empresas chinas, se las han ingeniado para que se les pague sin dejar rastro. Algunas de las formas son con transferencias por Western Union, transferencias bancarias al extranjero, el uso de carteras con criptomonedas como el Bitcoin e incluso plataformas de pago como Alipay, una plataforma del gigante asiático Alibaba.
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