María Elena Álvarez-Buylla, directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), dio a conocer esta mañana que los gobiernos de Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto transfirieron más de 45 mil millones de pesos a empresas privadas, entre ellas transnacionales, supuestamente para “investigación”. Pero México cayó, dijo, 16 posiciones en eficiencia en innovación justo en ese periodo, entre 2013 y 2018.
Álvarez-Buylla, una académica mexicana no exenta de polémica por su enfrentamiento con ciertos sectores de la ciencia y por los recortes a los fideicomisos que los alimentaban, es señalada como la posible nueva Secretaria de Educación Pública en sustitución de Delfina Gómez, quien será la candidata del oficialismo para Gobernadora en el Estado de México.
Justo en medio de estas versiones y en espera de una posible confirmación, la funcionaria se presentó hoy en la conferencia de prensa matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador para presentar un informe sobre los logros y retos durante sus primeros tres años y medio de gestión.
En el reporte, aseguró que cuando llegó al Conacyt se encontró con “una fachada de institución pública”, la cual reflejaba “muchos de los signos del régimen neoliberal”. También señaló que se detectó “una normativa para hacer legal lo inmoral, transferencias millonarias a favor de intereses creados a costa del propio desarrollo científico y tecnológico”.
Además, Álvarez-Buylla acusó que existía una “privatización de posgrados, dependencia tecnológica, subrogación de funciones sustantivas e ineficiencias administrativas con grandes dispendios y grandes pasivos”.
“Un instrumento fundamental para permitir esto fue la generación de estos 91 fideicomisos con los cuales nos encontramos, que se fueron gestando desde la Presidencia del Presidente Fox. Ya durante la Presidencia del licenciado Felipe Calderón empezaron a transferirse cuantiosas cantidades de recursos a estos instrumentos que vuelven opaca la administración de estos recursos del pueblo de México, y llegaron a su cúspide durante el sexenio pasado, durante la Presidencia del licenciado Peña Nieto”, dijo.
Desde Palacio Nacional, la también investigadora reveló que se halló una gran cantidad de recursos que en vez de reportarse como no ejercidos o como subejercicio, estaban ahí acumulados, ya que no les dio tiempo de ser repartidos.
Sin embargo, detalló, “había una gran expectativa de los intereses creados que habían sido beneficiados, quienes mediante diferentes programas, de manera preponderante el PEI, muchas empresas, la mayoría son empresas transnacionales que de manera paradójica, en vez de financiar el desarrollo científico, como sucede en muchos países del primer mundo, estuvieron recibiendo estos recursos cuantiosos que sumaron más de 45 mil millones de pesos”.
De acuerdo con María Elena Álvarez-Buylla, “esta fue una de las funciones principales de Conacyt, y, sin embargo y de manera paradójica, y diría yo, trágica e inaceptable, el país disminuyó 16 posiciones en eficiencia de innovación, que fue el pretexto de transferencia de estos grandes recursos de 2013 a 2018”.
“Cuando llegamos a este encargo, obviamente lo primero que hicimos fue analizar la situación y parar este dispendio e inclusive convocar, bueno en ese entonces solamente una Gobernadora y la Jefa de Gobierno, y el resto de los 30 gobernadores a cerrar estos fideicomisos, de los cuales ellos eran copartícipes en 35: 32, uno por cada estado, y tres de municipios. Y desde luego, no paramos la innovación”, concluyó.