Ciudad de México.- Los vehículos no tripulados tendrán el fin de captar imágenes y videos de alta resolución, sobre las actividades ilícitas de grupos de la delincuencia organizada en tierra y mar.
La Guardia Nacional se prepara para adquirir una flotilla de drones aérea y acuática valuada en 203 millones de pesos, la compra de su tipo más grande jamás registrada en el país, y con la que quiere fortalecer operaciones de vigilancia y combate a los cárteles de la droga, e incluso organizaciones dedicadas al secuestro y la extorsión.
Documentos presupuestarios de la Guardia Nacional dan cuenta del proyecto, con el que se pretende invertir una cifra récord en la compra de al menos 200 unidades de vigilancia, entre las que se incluyen los drones y equipos para su operación, como centros de comunicaciones.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) solicitó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) 203 millones 601 mil 418 pesos, para este proyecto - de 44 cuartillas -, el cual se encuentra fuertemente testado por razones de seguridad nacional.
De acuerdo con la descripción, los vehículos no tripulados tendrán el fin de captar imágenes y videos de alta resolución, sobre las actividades ilícitas de grupos de la delincuencia organizada en tierra y mar.
“El proyecto consiste en adquirir drones aéreos y acuáticos que cuenten con capacidades tecnológicas actuales, donde los sensores de foto y video posean características que permitan obtener productos de calidad (fotos y video); equipos de análisis de comunicación para proteger la integridad física de los elementos policiales (pilotos) y certeza de la misión”, señala.
El proyecto de la Guardia Nacional – institución encabezada por el general David Córdova Campos – también contempla el fortalecimiento de los centros de servicio de mantenimiento mecánico y electrónico, operados por especialistas de la Dirección General Científica de la GN, para dar servicio técnico a los drones, con el objetivo de prolongar su vida útil.
“Con lo que se incrementarán las capacidades técnicas operativas del personal de la Guardia Nacional, a fin de generar insumos útiles para tareas de investigación y elementos materiales para la valoración probatoria del delito”, expone.
De acuerdo con la Guardia Nacional, con la adquisición de drones aéreos y acuáticos, se lograrán fortalecer las capacidades tecnológicas de la institución, porque se podrá contar con equipos de alta resolución de imagen y video.
“Se logrará alertar en tiempo real al personal operativo, así como la prevención de delitos tales como narcotráfico, secuestro, extorsión, delitos contra la salud, entre otros”, destaca.
Consultado sobre el tema, el especialista en seguridad de la UDLAP Gerardo Rodríguez, consideró que estos drones servirán para eficientar la operación de la Guardia Nacional, e incluso para ahorrar recursos.
“Es una tendencia internacional, la mayoría de las policías nacionales, locales inclusive y también los ejércitos del mundo, están adquiriendo estas magníficas tecnologías, que permiten ahorrar muchos recursos, por ejemplo, de despliegues aéreos, marítimos, detectar también pistas clandestinas. Entonces, la verdad es que el costo beneficio es muy alto en favor de la Guardia Nacional”, expuso.
Respecto a los drones acuáticos, el director académico del Dpto. de Relaciones Internacionales y Ciencia Política de la UDLAP resaltó que ayudarán a prevenir el trasiego de drogas vía marítima.
“Ya los hemos visto operar en algunos otros países, son minisubmarinos que navegan por aguas nacionales y que pueden ayudar por ejemplo a detectar algo que ya hemos visto como son los semi sumergibles caseros que realizan, que tienen los cárteles de droga colombianos y mexicanos y que con estos drones permiten detectar a estas embarcaciones, cosa que a veces los drones aéreos no podían detectar, porque como van a ras del agua, a poco margen, es muy difícil de detectar”, expuso.
En tanto, David Saucedo, especialista en seguridad, consideró que los drones acuáticos se utilizarán para prevenir que precursores químicos entren a nuestro país.
“Monitorear los puertos del pacífico sur, Lázaro Cárdenas, Manzanillo, Ixtepec, en donde sabemos llega cocaína colombiana y precursores químicos del oriente de China. Me parece que va a ser esta zona la de cubrir, la ruta del pacífico, hay una ruta del Golfo en efecto, pero me parece que la que más interesa y la razón por la cual se estaría haciendo esta adquisición, es para cortar la ruta del fentanilo”, apuntó.
Las características de los vehículos aéreos no tripulados que quiere la GN son las siguientes; zoom, protección electromagnética, imagen térmica, con función de cartografía y de alto desempeño.
El proyecto también incluye vehículos acuáticos no tripulados, vehículo automotor de carga pesada, vehículo automotor de carga ligera, vehículo todo terreno, equipo de radiogoniometría, receptor de señales portátil, equipo de modulación de radio de dos vías, analizador de espectro electromagnético portátil, radio digital, teléfono de ingeniería, binoculares y anemómetro digital.
Seis licitaciones sobre drones
Desde el 2021, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) ha lanzado al menos seis licitaciones para la comprar drones. Sin embargo, solamente una se encuentra activa para la adquisición de 99 equipos, mientras el resto han sido canceladas o la dependencia no hizo públicos los documentos de los procesos.
La única licitación que se encuentra abierta fue publicada el 29 de marzo para contratar a una empresa que suministre 99 drones de ala rotativa, los cuales se describen como equipos compactos, resistentes y modernos con la capacidad para volar en misiones de reconocimiento y exploración de las fuerzas armadas.
La dependencia también busca equipo de comunicación como son 67 radios tierra aire portátiles y un equipo de radio enlace que serán utilizados por el personal de la Policía Militar.
De acuerdo con una revisión de la plataforma CompraNet, las otras cinco licitaciones se publicaron entre abril de 2021 y abril de 2022 a través de las cuales el Ejército trató de comprar 46 drones. Dos procesos de contratación fueron declarados desiertos porque no hubo empresas participantes o porque las ofertas recibidas no fueron consideradas solventes.
En tanto, los tres concursos restantes fueron lanzados por la SEDENA, pero no publicó ningún documento sobre el avance o cancelación de los procesos.
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