Por invitación de la National Aeronautics and Space Administration (NASA), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) realizará un nuevo vuelo a la estratósfera.
Se trata de la segunda misión FY21-FTS a bordo del módulo EMIDSS-2 (Experimental Module for the Iterative Desing for Satellite Subsystems versión 1), la cual tiene el objetivo de monitorear variables atmosféricas como temperatura del aire, humedad, campo magnético, presión atmosférica. Asimismo, se busca la reconstrucción de la trayectoria de la plataforma durante el vuelo hacia la estratósfera.
Si las condiciones meteorológicas lo permiten, el lanzamiento se realizará en Four Summer, Nuevo México en Estados Unidos el próximo 29 de abril. Además, “los expertos politécnicos probarán el rendimiento y eficiencia de seis paneles solares comerciales en condiciones del espacio cercano. Se prevé que el módulo alcance una altitud de 40 kilómetros y que la misión tenga una duración de 20 horas”, detalló la institución educativa en un comunicado.
Al respecto, Mario Alberto Mendoza Bárcenas, investigador del Centro de Desarrollo Aeroespacial (CDA) del IPN, explicó que el objetivo de la misión es validar el funcionamiento de las computadoras abordo y los sensores de radiación ultravioleta y luz para el registro de estos indicadores, así como georreferenciar (tiempo y hora) el recorrido del módulo EMIDSS-2.
De acuerdo con las especificaciones del instrumento, tiene la capacidad de soportar al menos 15 horas de operación, ya que le incorporaron tres bancos de baterías de alto rendimiento para otorgar autonomía al sistema, lo que le permitirán recabar información que se almacenará en micro memorias SD.
Aunado a esto, el científico del IPN destacó que fueron elegidos nuevamente como “misión de oportunidad” por la certificación y evaluación que obtuvieron en el primer vuelo suborbital que se llevó a cabo en 2019 en la NASA.
Actualmente, el doctor Mendoza Bárcenas, en colaboración con académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Tecnológico Nacional de México, trabajan en el diseño de la computadora de vuelo denominada “THOT-1”, que empleará el módulo EMIDSS-3 en la misión suborbital FY22 prevista para el primer semestre de próximo año y que será coordinada por la NASA.
Y es que, el IPN realiza proyectos con enfoque social. Prueba de ello es el desarrollo del programa Eureek’a, mediante el cual, estudiantes y egresados de dicha institución realizan actividades lúdico científicas, con énfasis en el área espacial.
Sus fundadores, Brenda Vanessa Ortega Flores, Miguel Ángel Sánchez Gámez, Julio César Alcíbar Palacios, y Joselin Islas Olivares, aseguraron que la Revolución 4.0 generará 133 millones de empleos en el mundo y exigirá competencias digitales, por lo que las futuras generaciones necesitan estar preparadas para enfrentar estos retos, además de que en la actualidad sólo el 32.3% de mujeres mexicanas egresan de carreras STEM.
En la iniciativa también colaboran los politécnicos Katherine Paola Villafuerte Rojas, Daniel Alfonso Daza Vázquez, Félix Agustín López Bernal, y “surge como emprendimiento social de alto impacto que tiene como objetivo desarrollar actividades lúdicas para despertar la curiosidad infantil y motivarla a tener un pensamiento científico, particularmente en ciencias espaciales, que trasladan a diversos espacios educativos, culturales, empresariales y privados”, indicó el Instituto.
Por otra parte, está contemplada una actividad nombrada “Programa de Embajadoras Eureek’a”, el cual está conformado por un grupo de mujeres con destacadas trayectorias en la ciencia y la tecnología, como la ingeniera Carmen Victoria Félix, la piloto Alejandra Cerezo, la divulgadora Ana Julia Banda, además de Alyssa Carson, la astronauta más joven en entrenamiento, entre otras, que motivan e incentivan principalmente a niñas al compartirles sus experiencias dentro de las áreas STEM.
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