Ciudad de México.- Tiktok se ha convertido en una plataforma que no sólo es utilizada para hacer videos de comedia, trends virales, retos, bailes, entre otro contenido de entretenimiento, también ha llegado la información de primera mano, contada por los propios testigos, de los protagonistas, o en algunas ocasiones, de las propias víctimas.
Tal es el caso de Ivette Saldívar, quien fue secuestrada por el Cártel del Golfo junto a varias decenas de personas, pero fue liberada casi por un milagro. Esta historia sorprende en la plataforma de videos por la crudeza de sus relatos, y por lo heroico de su fortaleza para resistir hasta el final, por la lucha para mantenerse vivas.
El secuestro de Ivette a manos del Cártel del Golfo
Durante su video de TikTok aseguró que las acciones comenzaron el día lunes 11 de marzo de 2013 alrededor de las 11 de la mañana o de las 12 del mediodía en Reynosa Tamaulipas, cuando sujetos en camionetas blindadas llegaron a la unidad habitacional donde vivía, y la secuestraron junto a su pequeña hija de 3 meses; ella tenía apenas 18 años.
"Siempre he sido una persona totalmente transparente con la gente que me rodea, mi hija y yo somos un milagro", escribió en la descripción del video que publicó.
El secuestro duró aproximadamente 15 días, en los que la tuvieron dentro de los grandes camionetones de los sicarios, quienes llevaban consigo a por lo menos otras 50 o 70 personas, a quienes encerraron en casas de seguridad, y los fueron matando y desapareciendo uno a uno. Supuestamente había mujeres embarazadas, personas de la tercera edad y niños dentro del grupo.
A pesar de que a ella la llevaron a este rancho donde metían a la gente en tambos, la llevaban con ellos siempre que podían, por lo que fue testigo de balaceras, enfrentamientos con las autoridades, y un sinfín de escenarios que a marcaron durante toda la vida; sin embargo, apuntó, nunca las amenazaron, ni fueron violentos con ellas.
Además, reveló que nunca le faltó comida ni leche o pañales, pues los propios sicarios eran quienes compraban todas las cosas que le hacían falta con tal de que no llorara; lamentablemente la leche le hizo daño un buen día por lo que la llevaron al hospital donde intentó pedir ayuda a una enfermera, pero ésta se negó para protegerse a sí misma.
"Entiendo que ella tiene familia y que siempre busca protegerla. Confío en las redes sociales y este video le va a aparecer, sé que vamos a estar siempre presentes en su memoria. A lo mejor tiene la incertidumbre. Amiga, estamos bien", fue el mensaje que le mandó por TikTok.
Entre otros detalles, reveló que a lo largo de la jornada estuvo siempre acompañada con un celular alternativo que tenía al que le robaron. En la pañalera de su hija viajó siempre un radio de Nextel con el que estuvo en contacto con su madre casi todos los días. Incluso aprovechaba las noches de sueño de los malandros para recargar su celular.
El comandante Toro detrás del secuestro
En el video publicado en TikTok que lleva millones de reproducciones, aseguró que la persona que ordenó su secuestro fue abatida años más tarde. En entrevista con el creador de contenido Gusgri, reveló que se trataba del mismísimo Comandante Toro, de nombre Julián Manuel Loisa Salinas, jefe de plaza en Reynosa.
Este sujeto era identificado como uno de los responsables del repunte de violencia en la entidad, por lo que fue perseguido durante mucho tiempo, pero lograba escapar porque tenía un fuerte apoyo de halcones, taxistas, sicarios y hasta miembros de las autoridades locales. Finalmente fue ubicado el 24 de abril de 2017, cuatro años después, y murió tas un intenso intercambio de balas.
Supuestamente tuvo contacto un par de veces con este sujeto a través de un teléfono, y le pidió hablar de frente, que dejaran ir a su bebé, que lo cuidara su familia, mientras que ella se proponía para trabajar con ellos, o en caso de que fuese necesario, dar su vida a cambio. Un buen día por fin concretaron la cita.
Supuestamente las personas que la tenían secuestrada le advirtieron que se trataba de un hombre que guardaba un odio inmenso a las mujeres, por lo que solía maltratarlas y presuntamente violarlas a tal grado que terminaba con su vida. "No vas a aguantar", le decían después de haber dado la orden de bañarla.
Las cosas en Reynosa en ese momento estaban calientes por parte de las autoridades; la presión a los criminales era bastante intensa, por lo que el comandante Toro simplemente quería huir; la cita no se concretó hasta días más tarde únicamente para decirle que la dejarían libre, no sin antes quedarse con su automóvil, y mediante corrupción, hasta con la casa donde la secuestraron.
Ivette Saldívar inmediatamente dejó todo atrás, se olvidó de su casa que jamás pudo recuperar, y huyó a Veracruz donde vivía su madre, pues le advirtieron que no podría volver hasta la muerte del jefe sicario. Pese a ello, recibió llamadas de intimidación con amenazas incluso de muerte o de hacerle daño a su familia.
Todo terminó el día que Loisa fue asesinado. Se detuvieron las amenazas, las llamadas y los mensajes a través de las redes sociales. A raíz de la publicación del video, dijo que incluso algunos de los sicarios actuales de esta célula delictiva se han contactado con ella para pedirle disculpas.