La reserva de México de vacunas contra el COVID-19 se duplicó en las últimas seis semanas a más de 40 millones de dosis sin usar, mientras que la tasa de inoculación del país está rezagada ante la mayoría de sus pares regionales. Además, ahora se avecina la variante ómicron.
México había administrado 132.4 millones de dosis al 29 de noviembre, según datos de la Secretaría de Salud, mientras que el número de vacunas importadas y producidas localmente alcanzó aproximadamente los 174.6 millones el mismo día.
El creciente almacenamiento de vacunas no ayuda a la nación a ponerse al día con sus pares latinoamericanos. México ha vacunado completamente a cerca del 51 por ciento de su población, muy por debajo de países como Chile y Brasil, que ya están administrando dosis de refuerzo. México fue el primer país latinoamericano en administrar una vacuna en diciembre de 2020.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que su prioridad es hacer llegar las vacunas a los adultos en las aldeas remotas, y solo recientemente ha ampliado la campaña a los adolescentes de 15 años o más. Su administración ha negado cualquier informe de dosis perdidas o dañadas.
Este martes, el Gobierno anunció que el Plan Nacional de Vacunación contra COVID sí incluirá dosis de refuerzos para la población mayor de 18 años y personal educativo.
Sin dar una fecha específica, López Obrador aseguró en conferencia de prensa que las nuevas dosis se aplicarán “lo más pronto posible”.