El cártel del H2 era apoyado por las autoridades estatales de Nayarit, de la mano del exfiscal de esa entidad, Édgar Veytia, y desde el gobierno federal, por parte del exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos. Así, la organización expandió su territorio y libró los operativos contra la delincuencia organizada, de acuerdo con las imputaciones de autoridades estadounidenses.
Las indagatorias de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), revelan que se favorecía al grupo delictivo liderado por Juan Francisco Patrón, El H2, que absorbió los manejos del Cártel Beltrán Leyva y que operaba principalmente en Nayarit y una parte de Jalisco.
Colaboraba con Los Mazatlecos, de Isidro Meza Flores, El Chapo Isidro, y rivalizó con el Cártel de Sinaloa, y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Según los expedientes de la justicia norteamerica, Cienfuegos habría apoyado al H2 durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, y conjuntamente el exfiscal Veytia daba inmunidad al cártel, en materia de tráfico de drogas y le permitió incurrir en otros delitos, hasta que Patrón Sánchez fue abatido el 9 febrero de 2017, durante un operativo ejecutado por la Secretaría de Marina en la colonia Lindavista, en Tepic, Nayarit, por un helicóptero UH-60M Blak Hawk de la Secretaría de Marina, que descargó varías ráfagas de balas contra el inmueble en el que se encontraba. Posteriormente, ya en 2018, Veytia fue capturado en Estados Unidos.
El Cártel del H2 logró, para entonces, contar con numerosas células de distribución en Estados Unidos, que operaron en Los Ángeles, Las Vegas, Ohio, Minnesota, Carolina del Norte y Nueva York.
Los Orígenes del H2
Juan Francisco Patrón Sánchez, también apodado El Chico, era originario de Mazatlán. Se le considera el jefe de plaza en Nayarit, tras suceder en el Cártel Beltrán Leyva a Alfredo Beltrán, El Mochomito, luego de su detención en Zapopan, Jalisco.
También conocidos como Los Mochomos, el grupo se fue diluyendo con la extradición a Estados Unidos de Héctor Beltrán Leyva, el último de los hermanos que encabezó la agrupación delictiva que lleva sus apellidos, y es juzgado en cortes federales de Washington y Nueva York. De ahí que el H2 diera su apodo a la organización delictiva.
El Presidente reprocha a EU por intervención de la DEA en México
Estados Unidos y su agencia antidrogas le deben una explicación al gobierno mexicano, y se le pedirá que se comparta información que permita conocer la complicidad de altos rangos militares en el caso de que se tengan las pruebas sobre la investigación que realizó en contra del general Salvador Cienfuegos, afirmó ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El titular del Ejecutivo dedicó buena parte de su conferencia para desmarcar al Ejército mexicano de nexos con el crimen, pero también para lanzar un reclamo a la DEA por mantener operaciones secretas dentro de territorio nacional y no compartir información con autoridades mexicanas.
Esto, luego de que el 15 de octubre, el general Cienfuegos fuera detenido en el aeropuerto de Los Ángeles, con una orden de la Fiscalía Federal del distrito este de Nueva York por supuestos vínculos con el narcotráfico, detectados en una investigación denominada ‘Operación Padrino’, de la cual México no tenía conocimiento. Esto, a pesar de que el mes pasado el jefe interino de la agencia, Timothy Shea, se reuniera con funcionarios del gabinete de seguridad. “Lo que no se vale –reclamó el Ejecutivo– es que ellos participen en México, incluso se vinculen a instituciones de México; sacan información y resuelven sin darle a conocer al gobierno de México lo que están investigando”.
López Obrador acusó que en el pasado las agencias extranjeras decidían en materia de seguridad y el combate al narcotráfico, lo que desencadenó operativos como “Rápido y Furioso” –que permitió el ingreso de armas a México– hasta los casos más recientes que llevaron a la detención del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna y de Salvador Cienfuegos, por los cual, enfatizó, se tiene que rendir cuentas.
“El gobierno de Estados Unidos nos debe, sobre este asunto, una explicación. Y se les solicitó la información porque ellos cerraron el caso, lo volvieron un asunto secreto y causó la muerte de muchas personas.
“Pero todo esto porque no había frontera, todo este operativo en contra del general Cienfuegos, como el operativo en contra de García Luna fue manejado por la DEA, sobre todo en México. Una cosa es que los detengan en Estados Unidos, pero la investigación, lo básico, se llevó a cabo desde el país”, insistió.
Afirmó que a pesar de que se mencionan llamadas y videos –en el caso de García Luna y del general Cienfuegos– se solicitará “que nos permitan conocer sobre estas operaciones de complicidad”, ya que el gobierno mexicano no cuenta con una investigación, y no se tenía conocimiento de antecedentes criminales.
En ese sentido, destacó la soberanía nacional y recordó que el presidente Donald Trump ha ofrecido cooperación con el envío de personal para enfrentar a bandas de la delincuencia, pero “le he dicho que no, que eso es un asunto que nos corresponde a los mexicanos”.
Finalmente, el mandatario, en su papel de Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, se autonombró “vocero” del caso del general Cienfuegos y pidió esperar a lo que resulte de las indagatorias, y “si resulta responsable, que se le castigue; si hay otros oficiales involucrados y se prueba, que se les castigue”.
“Vamos a esperarnos y vamos a ir actuando, cuidando a las Fuerzas Armadas”, puntualizó.
Hoy se llevará a cabo la audiencia de arresto en contra de Cienfuegos ante una Corte Federal en Los Ángeles, California, donde continuará el procedimiento en su contra por cargos relacionados al trasiego internacional de drogas.
Anaya: “muy claro, el fracaso de la militarización”
“Ya es claro el fracaso de la militarización que se inició en gobiernos pasados, misma que fue profundizada por el presidente Andrés Manuel López Obrador”, consideró este lunes el excandidato presidencial por el PAN, Ricardo Anaya.
“Yo creo que a estas alturas, está muy claro el fracaso de la militarización iniciada en el sexenio de Felipe Calderón, continuada por Peña Nieto e increíblemente profundizada con López Obrador. Y también está claro que los abrazos, las claudicaciones, las ocurrencias y las frasecitas del Presidente, pues no llevan a ninguna parte”, apuntó en el video que difundió en redes sociales. Con información de Amilcar Salazar y Redacción
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