Ciudad de México.- La ceniza volcánica está formada por partículas producidas por la fragmentación de las rocas durante las erupciones y tienen un tamaño menor a 2 mm.
La ceniza varía en apariencia, dependiendo del tipo de volcán y de la forma de erupción, así su color va de un tono gris claro hasta el negro y pueden variar en tamaño, desde ser como arenilla hasta ser tan fina como los polvos de talco.
Por ello, lo más importante es tomar medidas para protegerse de la ceniza:
- No realices actividades al aire libre y si es posible no salgas. Cierra puertas y ventanas y coloca toallas o trapos en las rendijas.
- Si tienes que salir, cubre nariz y boca con un pañuelo o cubreboca. Utiliza lentes de armazón y evita los lentes de contacto para reducir la irritación ocular. En lo posible, usa un trapo o mascarilla para nariz y boca.
- Para los ojos, usa lentes protectores, especialmente si usas lentes de contacto.
- Si padeces alguna enfermedad respiratoria, permanece dentro de tu casa y evita cualquier exposición innecesaria a las cenizas. Preferentemente, debes trasladarte a un sitio donde no haya ceniza.
- Almacena suficiente agua con anterioridad para al menos una semana (4 litros por persona al día); cubre los tinacos, cisternas o depósitos de agua.
- Si cae ceniza dentro del agua, no la bebas ni la utilices en la preparación de alimentos, está contaminada.
- No consumas alimentos en la vía pública. Lava las frutas y verduras que se encuentren a la intemperie.
- Barre o usa pala para limpiar la ceniza de techos, patios, calles y deposítala en bolsas. Para evitar que se tape, nunca arrojes las cenizas al desagüe.
- La ceniza puede ser usada para parques, jardines, macetas o tierras de cultivo, ya que es rica en minerales.
- Escucha la radio para obtener información confiable que den las autoridades de Protección Civil sobre la caída de ceniza. No repitas ni crees en rumores.