Sólo una puerta divide el área COVID-19 del área no COVID en el Hospital General de Zona 27 Tlatelolco, del IMSS, donde 20 médicos han resultado contagiados, entre ellos el urgenciólogo Alberto Torres Pérez, de 52 años, quien murió víctima del nuevo coronavirus, y la hipertensión y obesidad que padecía.
Los médicos Gloria Hernández y Roberto Cortés cuentan a El Financiero que, en esta frontera, delimitada por una jerga, los médicos internistas y de geriatría enfrentan la fase tres de la pandemia sin capacitación, en instalaciones sin sanitizar, y “ventiladores inservibles”; además, a medio pasillo se colocan overoles, goggles, caretas y los tapabocas N95, los cuales ellos mismos han tenido que comprar.
Estos médicos –quienes al terminar su larga jornada deben retirarse el equipo de protección en la misma área contaminada– no sólo han sido abandonados por las autoridades del instituto que no les han proporcionado el material adecuado para su protección, sino además por 20 de sus colegas de otras especialidades, quienes no hacen ninguna función porque se ampararon para no enfrentar la pandemia.
“Ni hablar que no hay suficiente personal dentro del área COVID. En jornada acumulada, sólo somos seis médicos, para 78 pacientes. Para intubar a un paciente, tardan en llevar el ventilador, que a veces están inservibles”, narra Gloria Hernández, cuyo nombre –así como el de su colega Roberto Cortés– ha sido cambiado para evitar represalias.
Por esta frontera delimitada por una jerga, donde luce un cesto marrón, con un saco de plástico verde agua, colmado de equipos de protección, han tenido que transitar los 20 médicos que se han contagiado; uno de ellos es Homero Marcelo Aguirre, de 52 años, quien sin comorbilidades, se bate entre la vida y la muerte, intubado en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias. “Han negado brote y no se han tomado muestras al resto de personal”, advierte Roberto Cortés.
Los médicos han enviado al menos cuatro documentos con sus demandas a Cecilio Camarillo, director del HGZ 27 Tlatelolco, así como a las delegaciones sindicales número 13 y 15, quienes no han dado ninguna respuesta.
Tampoco han recibido el bono del 20 por ciento de su sueldo, aprobado por el Consejo Técnico del IMSS para el personal que atiende COVID-19.
“No ha pasado absolutamente nada. Y la ignorancia y sobre todo la falta de empatía para llevar la situación ha sido sorprendente, parece que importan más los números que las personas”, asevera el médico Cortés.