El presidente Andrés Manuel López Obrador arribó este lunes por la mañana al Palacio de La Moneda para participar en los actos oficiales conmemorativos por los 50 años del golpe de Estado al gobierno de Salvador Allende, junto a otros jefes de Estado e invitados especiales del presidente chileno Gabriel Boric.
Durante el evento, el presidente chileno pondrá a revisión el “Compromiso de Santiago” para que sea suscrito por jefes de Estado y expresidentes extranjeros, para que no vuelvan a ocurrir eventos que pongan en riesgo la democracia como el golpe militar en Chile.
Como primer acto, el presidente Boric Font ofreció a las 9:00 horas (a las 6:00 horas en México) un desayuno a autoridades e invitados especiales en Salón Montt Varas de La Moneda. Durante el encuentro, se pondrá a disposición el Compromiso de Santiago.
Luego del desayuno, el mandatario anfitrión, junto a las autoridades e invitados especiales realizan un recorrido por Palacio que incluirá un paso por Morandé 80 y el Patio de Los Canelos.
Entre los invitados especiales asisten los presidentes de Bolivia, Luis Arce; de Colombia, Gustavo Petro; y el primer ministro de Portugal, António Costa; también expresidente como el de Uruguay, José Mujica y el de Colombia, Juan Manuel Santos.
El evento central será el “Acto ciudadano en Conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado”, en la Plaza de la Ciudadanía.
El acto abre con la presentación musical Valentín Trujillo; luego la danza nacional de Chile Cueca Sola; seguido de la declamación poetas y dará un discurso un invitado internacional y un nacional, y luego un discurso el presidente Boric Font. El evento cierra con una presentación musical, en el que cantará la artista Mon Laferte.
Se prevé que, por la tarde, el presidente Andrés Manuel López Obrador y su esposa la Dra. Beatriz Gutiérrez Müller se dirijan hacia la Ciudad de México.
A la conmemoración en Chile, asisten también Citlali Hernández, secretaria general de Morena, y la senadora por el mismo partido, Antares Guadalupe Vázquez.
“Sigue siendo una herida”: chilenos a 50 años del golpe de Estado
Santiago de Chile.- La herida sigue abierta y doliente para las víctimas del golpe de Estado en Chile y por el fallecimiento del expresidente Salvador Allende, hechos que hoy cumplen medio siglo de haber acontecido. En los últimos días, el dolor por los miles de fallecidos, desaparecidos y torturados durante la dictadura de Augusto Pinochet se ha manifestado en las calles de Santiago de Chile con marchas pacíficas y otras en las que hubo enfrentamientos con los carabineros, como la de ayer cercana al Palacio de la Moneda. Pero los ecos de dolor también se escuchan desde el extranjero con las voces de miles de chilenos que salieron de su país exiliados por la dictadura de Augusto Pinochet.
“Para mí es una herida abierta todavía, yo viví el proceso chileno previo al golpe de Estado a través de mis dos padres, que tuvieron la desgracia o la fortuna de ser periodistas”, contó a a este diario Paula Ravets, a quien el exilio la llevó de 10 años de edad a vivir ocho años entre las antiguas Alemania federal y la antigua Unión Soviética, y luego hogar permanente, desde noviembre de 1980, el municipio mexicano de Texcoco.
Paula es hija del periodista Guillermo Ravest, quien como director de la extinta Radio Magallanes le abrió los micrófonos al presidente Allende para dar su último mensaje a los ciudadanos, el día de su derrocamiento y fallecimiento el 11 de septiembre de 1973.
“Es un sentimiento muy encontrado el que vive exiliado: es culpa por no estar allá con los compañeros, con lo que se creyó defendiendo, resistiendo; y también esa nostalgia tremenda que te va recomiendo”, dijo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador participa este lunes en el acto conmemorativo de los 50 años del golpe de Estado en Chile, en el que suscribirá a nombre de México el “Acuerdo de Santiago”, un pacto entre naciones de la región latinoamericana para comprometerse a nunca más permitir que se repitan eventos que pongan en riesgo la democracia. Para Paula Raves, quien se asume también como mexicana de corazón, es significativa la presencia del mandatario mexicano.
-¿Significativo la presencia de AMLO en Chile? - se preguntó.
“Para mí si es muy importante, de alguna forma creo que hay similitudes en las intenciones de ambos proyectos, son muy distintos en personalidad, en edades, en todo, en culturas y en historias México y Chile, pero de una forma llegan con grandes expectativas de una gran mayoría, que están pudiendo hacer mucho menos de lo que de alguna forma se prometió en ese gran proyecto, el de la Cuarta Transformación, y en el proyecto de Boric.
“Y es que están totalmente, de alguna forma, limitados, primero por intereses económicos, los empresarios, porque aquí es más difícil porque tienes arribita a los Estados Unidos y ahí las relaciones y los intercambios de todo tipo son muchos más fuertes, entonces creo que hay mucha similitud, sobretodo en esa gran intencionalidad de dejar en manos de poner en el en la agenda gubernamental y de estado los problemas de las mayorías para mejorarlas, pero hay grandes dosis de imposibilidad y eso también yo creo que los caracteriza y ambos dos están siendo en este momento atacados por una derecha rabiosa, impúdica, falta de ética porque ahora resulta que cualquier gobierno anterior fue mejor y Dios mío como se olvidan de la etapa de Calderon, de peña Nieto, y de FOX inclusive, entonces hay mucha similitud”, opinó.
Ayer, Santiago de Chile despertó en medio de protestas en sus calles del centro histórico por los 50 años del golpe militar. A unas calles del Palacio de la Moneda, los carabineros envallaron el perímetro, justo cuando pasaba una manifestación planeada como pacífica, lo que causó un enfrentamiento con los elementos de seguridad, con empujones, gas lacrimógeno y chorros de agua contra civiles.
"Terrible que al cumplir sus 50 años, un presidente que se dice allendista, que se dice socialista, pone la mayor represión en la calle para que no nos podamos manifestar por nuestros muertos”, dijo a este periódico Arturo Villagrán Figueroa, consejero de la Central Unitaria de Trabajadores/as (CUT).
Por la tarde y por la noche, igual que en las últimas semanas, hubo marchas pacíficas, ofrendas florales en el Monumento a Salvador Allende, y por la noche un performance en el que se colocó cientos de velas encendidas por las miles de víctimas de la dictadura de Pinochet.