La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del Estado de Puebla lanzó un mensaje claro: no habrá espacio para malas prácticas ni para usos irregulares de recursos, dejando ver que el Gobierno Estatal va en serio en temas de orden y fiscalización interna.
Más que un comunicado rutinario, es una especie de recordatorio institucional que aclara que los recursos públicos, los trámites operativos y el trabajo del personal deben fluir bajo total legalidad.
La dependencia informó que actualmente se encuentran revisando y regularizando procesos relacionados con viáticos, reembolsos y asignación de vehículos, tres áreas que históricamente suelen generar dudas y donde, por lo mismo, es clave reforzar controles. La intención —según el propio documento— es agilizar trámites sin salirse de la normativa vigente, apostando a que todo recurso se utilice para lo que corresponde, con orden y bajo seguimiento.
El mensaje también se enfoca en el personal: se recalca que existe un respeto pleno a los derechos laborales, lo que podría interpretarse como un compromiso de equilibrio entre disciplina interna y garantía de condiciones dignas para quienes trabajan dentro de la institución.
Cero tolerancia, respuesta rápida y puertas abiertas a inconformidades
El punto medular del posicionamiento es contundente: cualquier retraso o falla administrativa será atendida de inmediato. Es decir, si un trámite interno se estanca, no habrá margen para que afecte la operación o el trabajo en campo, que finalmente es el motor principal de la dependencia. El comunicado deja ver que el objetivo no es castigar o entorpecer, sino ordenar y eficientar todo lo que se mueve dentro.
También se subraya que la institución mantiene canales abiertos para escuchar y atender inconformidades, una promesa que suele ser clave en tiempos de revisión interna. La dependencia pide confianza y asegura que la intención final es hacer más ligero, justo y transparente el funcionamiento administrativo, con beneficios tanto para la estructura gubernamental como para las y los trabajadores.
En resumen, el Gobierno de Puebla no sólo habla de control, sino de reordenar la casa sin frenar la operación. Un mensaje que busca dejar claro que hay tolerancia cero a cualquier práctica irregular, y que el trabajo continúa, pero bajo lupa y con reglas bien plantadas.
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