Durante la temporada invernal y las fiestas decembrinas, la salud emocional de niñas, niños y adolescentes se vuelve más vulnerable, alertaron especialistas en salud mental en Puebla.
Factores como los cambios en la rutina, la presión social, el clima frío y la reducción de luz solar pueden provocar alteraciones importantes en el estado de ánimo, especialmente en menores sensibles a estos cambios.
La directora del Centro Poblano de Salud Mental Integral (CEPOSAMI), Umi Choda Morales, explicó que la disminución de la luz solar afecta los niveles de serotonina, una sustancia relacionada con el bienestar emocional. Esto puede derivar en tristeza persistente, ansiedad, irritabilidad o incluso depresión, por lo que pidió a madres, padres y cuidadores no normalizar estos comportamientos durante las fiestas.
CESPOSAMI mantiene atención gratuita y permanente en temporada decembrina
Por indicaciones del gobernador Alejandro Armenta y de la presidenta del Patronato del SEDIF, Ceci Arellano, la atención a la salud mental infantil es una prioridad en Puebla. Por ello, el CEPOSAMI permanecerá abierto y en funciones durante esta temporada decembrina, brindando acompañamiento profesional a quienes lo necesiten.
El centro ofrece atención gratuita a niñas, niños y adolescentes de 2 a 17 años con 11 meses, de lunes a viernes, además de contar con servicio las 24 horas para crisis psicológicas, como ataques de pánico o ideación suicida. La atención es ética, confidencial y profesional, evitando soluciones simplistas ante problemas emocionales complejos.
Esta estrategia se alinea con la política social humanista impulsada a nivel nacional por la presidenta Claudia Sheinbaum, enfocada en fortalecer el bienestar integral de las familias.
Señales de alerta que madres y padres no deben pasar por alto
Especialistas y madres de familia coinciden en que los cambios de conducta no deben ignorarse, incluso cuando aparecen desde edades tempranas. Señales como falta de respuesta al llamado por su nombre, contacto visual limitado, irritabilidad constante, ansiedad, tristeza prolongada o conductas inusuales al caminar pueden indicar un problema emocional que requiere atención.
Además, se recomienda vigilar el contenido que consumen en redes sociales, videojuegos y conversaciones con amistades, ya que estos espacios pueden detonar conflictos emocionales sin que las personas adultas lo noten de inmediato. Detectar a tiempo estos cambios puede marcar una gran diferencia en el diagnóstico y tratamiento oportuno.
La recomendación es clara: confiar en lo que se observa día a día y buscar apoyo profesional ante cualquier duda, porque atender la salud mental infantil no es exagerar, es prevenir.
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